A duras penas habían pasado unas horas de su entierro, que los familiares de un empresario de Zaragoza ya descubrieron que su teléfono móvil había desaparecido. El hombre murió el pasado 18 de octubre después de no poder superar un tumor cerebral contra el cual hacía mucho tiempo que luchaba. Aunque el dispositivo no aparecía por ningún sitio, no fue hasta al cabo de un tiempo, a principios de diciembre, cuando saltaron las alarmas. Al rebuscar entre sus pertenencias con el fin de poder repartir la herencia, descubrieron que también faltaban 100.000 euros en efectivo, varias joyas de oro valoradas en 40.000 euros y un ordenador de la marca Apple.
Los familiares sospechan de la cuidadora
Así pues, el pasado 24 de enero, los herederos presentaron una denuncia por robo a la Policía Nacional. Agentes del Grupo de Robos con Fuerza en Domicilio de la Jefatura Superior de Policía de Aragón asumió la investigación con el fin de aclarar que había pasado, donde estaban los objetos sustraídos y quién se los había llevado. La familia de la víctima, sin embargo, tal como ha adelantado El Periódico de Aragón, lo tenía claro. Los herederos explicaron a los policías que sospechaban de la cuidadora.
Según declararon, durante los últimos años de enfermedad del hombre, una amiga de la familia se encargaba de su cuidado y le pagaban una cantidad mensual por sus servicios. La mujer tenía las llaves del domicilio y conocía la existencia de los 100.000 euros en efectivo, así como de un reloj de oro, un par de collares de perlas, un aro de brillantes y una sortija de brillantes y esmeraldas que estaban escondidos dentro de una bolsa en la parte de arriba del armario.
Un robo durante el funeral
Los familiares, no solo apuntaron hacia la cuidadora, sino que también señalaron que habría cometido el robo nada más acabó el funeral del hombre. En aquel momento, mientras que los familiares y amigos de la víctima fueron a un bar del centro de Zaragoza a tomar alguna cosa para homenajear al hombre, ella se marchó diciendo que tenía que ir al trabajo. Tres horas después, volvió. Los denunciantes creen que fue en este momento cuando aprovechó para llevarse todos los objetos de valor antes de que la familia se los pudiera quedar.
Se basan, sobre todo, en el testimonio de un portero de la urbanización que aseguró que vio a la mujer salir del domicilio de la víctima en aquellas horas cargada con una bolsa donde, supuestamente, llevaría su botín. Sin embargo, ahora será la investigación de la Policía Nacional la que tendrá que confirmar el relato y determinar si, como sospecha la familia, fue la cuidadora quien se quedó el dinero. De momento, no hay ninguna persona detenida.