Los Mossos d'Esquadra, junto con la Guàrdia Urbana de Barcelona y la Policía Nacional española, han llevado a cabo este fin de semana una redada conjunta en la problemática discoteca New York Sala del barrio Gòtic de la capital catalana. Después de varias quejas vecinales por ruidos e incivismo por parte de las personas que frecuentan el local, además de la creciente sensación de inseguridad que todo eso provocaba, la madrugada de este domingo se hizo una entrada para poner fin a los disturbios, con la intervención de los efectivos del Área Regional de Recursos Operativos (ARRO) y de la Brigada Móvil de los Mossos, con un balance de cuatro personas detenidas y otras cinco denunciadas por diferentes delitos.
Redada policial para poner fin al incivismo
La discoteca New York Sala, ubicada en la calle de Escudellers número 5, objeto desde hace tiempo de quejas por parte de los vecinos, ha acabado recibiendo este domingo una visita de los tres cuerpos policiales. Catalunya, al tratarse de uno de los focos más relevantes de multirreincidencia, requiere la actuación conjunta de todas las fuerzas de seguridad y orden público a la hora de hacer este tipo de intervenciones. Mossos, Guàrdia Urbana y Policía Nacional tienen sus competencias concretas y las detenciones y sanciones se hacen acorde a este criterio.
Del total de cuatro detenidos, la policía catalana hizo uno por un delito de apropiación indebida; los otros tres los arrestó la Policía Nacional española por temas relacionados con extranjería. De la misma manera, los Mossos tramitaron las cinco denuncias, de las cuales cinco fueron por tenencia ilícita de armas blancas -las agresiones por apuñalamientos son un problema creciente no solo en Barcelona, pero por todo el país- y las dos restantes por haber encontrado drogas. La Guàrdia Urbana, por su parte, gestionó siete denuncias a la discoteca por diferentes infracciones administrativas -como no tener los extintores debidamente colocados o para infringir la ley de protección de datos.