Este lunes se cumplen seis meses del asesinato de Samuel Luiz en la Coruña. Los policías aseguran que saben todos los detalles de lo que pasó aquella noche, cuando mataron a un joven gay en una paliza.
Crimen de Samuel Luiz en la Coruña
Los hechos se remontan al 3 de julio del 2021 cuando Samuel y sus amigas salieron de fiesta por la avenida Buenos Aires de la Coruña. En un momento de la noche, salió a la calle con una amiga a hacer una videollamada y, a partir de entonces, empezó todo.
Los agresores lo apalearon hasta la muerte mientras le decían insultos homófobos
Los agresores pensaban que Samuel lo estaba grabando y, por este mismo motivo, lo empezaron a agredir. Fue entonces cuando otro hombre que paseaba por la zona lo rescató.
Al cabo de poco rato, los primeros agresores volvieron hacia donde estaba él con un grupo más grande de personas y lo volvieron a agredir mientras le chillaban insultos homófobos y, finalmente, Samuel murió a causa de los golpes y los presuntos autores de los hechos huyeron.
Más tarde, se reunieron y pactaron de lo que dirían nada a nadie de lo que había pasado, pero este pacto duró poco rato: uno de los implicados se dirigió a comisaría, se exculpó y explicó, según su versión, lo que había pasado aquella noche.
En total, hay siete personas investigadas por el caso Samuel Luiz
La Policía Nacional abrió una investigación para averiguar qué había pasado y, después de las detenciones, determinaron que había siete personas implicadas en la agresión mortal. De estas siete personas, tres son unos jóvenes que están en la prisión de manera provisional, otros dos son menores de edad que están cerrados a un centro y otros dos que están en libertad condicional hasta que se celebre el juicio.
La Policía asegura que sabe con todo tipo de detalles qué pasó aquella noche y ya ha dado por cerrada la investigación y el caso ya se encuentra en instrucción. El siguiente paso es que Estados Unidos autorice el análisis de los mensajes de los móviles de los implicados: necesitan los datos de antes y después del crimen para desbriznar con más detalles qué es lo que pasó aquella noche. Es un trámite que no depende ni de la Policía Nacional ni de los juzgados, sino que se tiene que aprobar desde los Estados Unidos y no es un proceso rápido.
Los mensajes de los teléfonos de los presuntos asesinos pueden ser clave para saber que pasó y para averiguar si, tal como dice la acusación particular, hubo delito de odio y lo mataron por ser homosexual, unos hechos que serán complicados de demostrar.
"Una perfecta estupidez que acabó con la muerte de un buen chico que tenía toda la vida por delante"
"La mayoría de juristas no lo ve así. Para que exista delito de odio, los agresores tienen que pegar por el simple hecho de ser homosexual. En este caso este no fue el motivo de la paliza mortal. Lo fue la confusión sobre si los estaban grabando a ellos. Una perfecta estupidez que acabó con la muerte de un buen chico que tenía toda la vida por delante", explican desde La Voz de Galicia.