Los últimos años han estado marcados por la pandemia de la covid y por sus consecuencias, además de varios fenómenos meteorológicos inusuales, como la borrasca Filomena y la Celia, que ha cubierto gran parte de la península de polvo sahariano, ensuciando coches, calles y casas. Tanto el coronavirus como Filomena tuvieron un lado oscuro, que escandalizó a todo el mundo: el negacionismo, que contradecía a la ciencia y se apoyaba en dudosas justificaciones. Y ahora, ha llegado a la calima, que muchos niegan ya. ¿Cuáles son sus argumentos?

Llegan los negacionistas de la calima

A veces, en estos casos, no se pueden llamar argumentos como tal, ya que se trata de afirmaciones no fundamentadas y sin base científica que se hacen a partir de percepciones o creencias sacadas de las redes sociales. Toda una paradoja de desinformación en uno de los momentos con más información al alcance de todo el mundo de la historia. Pese al aspecto apocalíptico que ha dejado la borrasca Celia, la calima es un fenómeno más usual de lo que pensamos.

Calima coche sucio barro / Europa Press

La calima ha alarmado por los cielos rojos y las lluvias de barro que lo han ensuciado todo / Europa Press

El concepto "calima" abarca la presencia de cualquier tipo de partículas de polvo, cenizas, arcilla o arena que quedan suspendidas en la atmósfera tras ser levantadas por el aire o vientos. Aunque puede ser ceniza de un incendio forestal, por ejemplo, la más común proviene de las tormentas de arena, donde las partículas tienen tamaños diferentes, por lo que las más grandes caen de nuevo a la superficie cerca de donde han sido arrancadas, mientras que las más finas pueden recorrer grandes distancias transportadas por el viento Siroco.

Polvo del Sáhara sobre los coches

Es el caso de la arena del desierto del Sáhara, que en muchas ocasiones llega a las Islas Canarias, cubriendo calles y coches del polvo que ahora hemos visto sobre todo en el sur de la península tras la borrasca Celia, que ha acelerado el proceso y cambiado el rumbo más típico del polvo, depositándolo en España. Pese a los informes meteorológicos y biológicos, una gran comunidad ha decidido exponer sus surrealistas teorías conspiranoicas en las redes sociales. 

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Una de las más controvertidas es la de la usuaria @LaaGataNegra, que ha adjuntado una foto de su casa y ha decidido sacar conclusiones: "La tapa del bidón donde recogemos el agua de la lluvia, con barro. ¿Desde cuándo la arena se mezcla con el agua? Esto no es arena". En concreto, el "polvo" sahariano incluye arcilla y otros materiales que, en efecto, se mezclan con el agua de la lluvia, ocasionando las lluvias de barro que se han vivido estos días.

Después de la covid y Filomena, llega la negación de la calima

Otras teorías dudaban de que fuese polvo proveniente del Sáhara, ya que había llegado a Valencia y después desplazado hacia el sur, algo que puede explicarse fácilmente con un fenómeno novedoso como puede ser el viento, que, como nos explican en primaria, puede moverse en varias direcciones en función de factores atmosféricos. También ha sido carne de memes un comentario que aseguraba: "no es arena, parece polvo de ladrillo", no yendo del todo desencaminado, ya que la arcilla es, en efecto, uno de los materiales principales de los ladrillos.

Parece que pese a las explicaciones científicas, ya sea sobre la covid, la nieve de la tormenta Filomena o, en este caso, de la calima proveniente del Sáhara, siempre habrá quien le busque tres pies al gato e intente, con grandes argumentos basados en tuits, hacer creer a los demás que tiene razón y que su teoría es la más plausible frente a la ciencia. Por otro lado, es importante tener en cuenta ciertos trucos para limpiar el coche de barro y las posibles multas si no lo hacemos.