Las vacaciones de Navidad son una de las épocas del año en que más robos en domicilios se producen. Mucha gente aprovecha estos días de fiesta para ir de viaje a algún lugar o visitar a familiares que hace tiempo que no ven. Los ladrones lo saben y aprovechan que las casas quedan libres para entrar y llevarse todo lo que puedan de valor. Por eso, durante estas fechas hace falta extremar las precauciones, mantener nuestras viviendas con la máxima seguridad posible y seguir una serie de consejos para evitar que nos entren a robar.

No ir pregonando que no estamos en casa

Seguramente es la regla más básica y que la menos gente sigue. No hay que ir diciendo a todo el mundo que nos marchamos fuera de vacaciones, porque indirectamente también estamos diciendo que durante unos días no estaremos casa y nunca sé sabe quien nos puede estar escuchando. Vale más que solo lo sepa la gente más próxima y de confianza. Lo mismo pasa con las redes sociales. Si se van colgando fotografías y 'stories' todo el rato del lugar donde estamos, es muy fácil deducir que no estamos en casa. Lo más recomendable es colgarlo todo una vez hayan acabado las vacaciones y hayamos vuelto.

Mantener la casa bien segura

Antes de marcharse, hay que asegurarse de dejar nuestro domicilio bien cerrado para que nadie pueda entrar. Eso quiere decir, comprobar puertas y ventanas, especialmente que la puerta principal de entrada esté cerrada con llave. Es recomendable que tengamos una doble cerradura o una puerta reforzada que sea difícil de abrirla. También se tendría que comprobar todo aquello que dé al exterior, como patios, jardines o terrados.

Por otra parte, instalar un sistema de seguridad es la forma más efectiva de proteger nuestra casa. Mucha gente no tiene ninguna alarma instalada, pero hay métodos para que lo parezca, aunque no sea igual de efectivo. Colocar un cartel indicando que hay una alarma, aunque no sea verdad, ya funciona como método disuasivo. También se puede colocar una cámara de seguridad, que se pueden llegar a controlar desde nuestro teléfono inteligente.

Tiene que parecer que no nos hemos marchado fuera de vacaciones

Uno de los consejos que más gente conoce es el de hacer creer a los ladrones que la casa está habitada. Eso quiere decir dejar las persianas sin bajar del todo o pedirle a algún vecino o conocido que pase a regar las plantas, abrir las ventanas o recoger la correspondencia para que no se vaya acumulando en el buzón. En las casas inteligentes, se puede llegar a utilizar la domótica para encender las luces o la televisión para que parezca que hay movimiento. Incluso sin tener una casa inteligente, últimamente muchas marcas ya permiten controlar sus electrodomésticos a través del teléfono móvil.

Guardar las cosas de más valor en un lugar difícil de encontrar

Si a pesar de los anteriores consejos los ladrones han sabido que no estábamos y han acabado entrando en casa, se les tiene que poner las cosas cuanto más difícil mejor. Tenemos que intentar proteger las cosas que tengan un mayor valor económico o sentimental. Por eso, se recomienda que estos objetos se guarden en una caja de seguridad o en un lugar donde los ladrones difícilmente lo encuentren o puedan acceder. También es recomendable hacer un listado con todos este tipo de objetos, donde figuren la marca, el modelo y el número de serie para que puedan ser localizados e identificados en caso de robo.