El pasado domingo, 27 de noviembre, la Guardia Urbana de Reus tuvo que actuar en un incidente con un conductor que circuló completamente borracho y poniendo en peligro la seguridad del resto de ciudadanos por la capital del Baix Camp. Eran en torno a las once de la noche cuando se recibió una llamada avisando de un vehículo que iba circulando por las calles de forma errática, muy cerca del santuario de Misericordia.
El conductor iba con dos ruedas pinchadas y una botella de whisky en el asiento
Hasta la zona se desplazó una patrulla de policías municipales, que observaron una furgoneta circulando de forma temeraria por la avenida President Macià. Se trataba de una Citröen Berlingo que presentaba varios golpes en el chasis y en las luces y tenía pinchadas las dos ruedas del lado izquierdo, hasta el punto que el neumático se había deshecho y prácticamente circulaba con la llanta tocando el suelo.
Los agentes de la Guardia Urbana consiguieron parar el vehículo e identificar al conductor. Lo sometieron a una prueba de alcoholemia, la cual dio un resultado positivo de 0,92 miligramos de alcohol por litro de aire aspirado (mg/l), casi cuatro veces más del máximo permitido. Gran parte de la culpa de este positivo parece que la tuvo una botella de whisky que llevaba en el asiento del copiloto y que estaba aproximadamente por la mitad.
Los policías llamaron a la grúa e hicieron el correspondiente atestado del incidente. El hecho de que las dos ruedas pinchadas estuvieran en el mismo lado, el del conductor, así como los golpes en el parachoques y el faro, hicieron pensar a los agentes que en algún momento de la noche habría tenido un choque lateral que le habría provocado los daños. El hombre fue denunciado por un delito contra la seguridad del tráfico.