Las infracciones de tráfico cuando se están llevando sustancias estupefacientes en el coche acostumbran a ser una mala idea, ya que te pueden dejar fácilmente al descubierto. No son pocos los narcotraficantes que han acabado detenidos porque la policía los había parado para multarlos por una infracción y han descubierto que iban cargados de drogas. En la ciudad de Barcelona es bastante habitual, pero ahora también ha pasado en otro municipio del área metropolitana, en Santa Coloma de Gramenet.
Los hechos, según ha explicado la Policía Local del municipio, tuvieron lugar el pasado 7 de abril, cuando agentes del cuerpo municipal estaban haciendo tareas de seguridad ciudadana y vieron un coche que estaba circulando de manera anómala, así que hicieron indicaciones al conductor para que se detuviera. Los agentes comprobaron la documentación del hombre, pero observaron que presentaba una actitud incoherente que no hacía más que levantar sus sospechas. Por este motivo, ante la posibilidad de que estuviera escondiendo alguna cosa, se decidió hacer una inspección del vehículo.
Más de 1.100 pastillas escondidas en un doble fondo
En el interior del coche, los agentes descubrieron que había un compartimento oculto en un doble fondo donde había más de 1.120 pastillas, concretamente 960 de Rivotril y 160 de Trankimazin, dos medicamentos pertenecientes al mundo de las benzodiacepinas con propiedades ansiolíticas, sedantes, relajantes e, incluso, hipnóticas. Los agentes preguntaron al conductor de dónde habían salido todas estas pastillas y porque llevaban tantas, pero no pudo dar respuesta. Por eso, el hombre, de 38 años, quedó detenido como presunto autor de un delito contra la salud pública.