La Guardia Civil detuvo a tres personas e intervino más de un millar de plantas de marihuana en un control de tráfico en la autopista A-2 el pasado jueves, 2 de marzo. Los agentes habían establecido un control rutinario a la altura de la Bisbal del Penedès e iban parando los vehículos de forma aleatoria. Entre estos, le tocó a un coche con matrícula francesa en el cual viajaban tres ocupantes. La intención era identificarlos y registrar el automóvil, pero sin pensar que podían ser delincuentes. En cambio, los tres hombres empezaron a presentar una actitud nerviosa que hizo levantar las sospechas de los policías.

Los agentes vieron desde el exterior que en el maletero había abundantes cajas de cartón cerradas y pidieron a los hombres que las abrieran para ver qué había en su interior. Fue entonces cuando descubrieron aquello que estaban escondiendo y les había hecho poner tan nerviosos al ser parados: más de un millar de plantas de marihuana. Concretamente, eran 1.123 plantas de pequeño tamaño que hacía poco que habrían sido plantadas en tiestos pequeños y estaban listas para ser trasplantadas a tiestos más grandes para que pudieran crecer. De hecho, los agentes creen que en aquellos momentos precisamente las estaban transportando a un lugar de cultivo próximo.

Las plantas podrían valer miles de euros cuando hubieran crecido

Desde la Guardia Civil estiman que una vez las plantas hubieran crecido y hubieran estado listas para vender, su valor económico hubiera podido rondar entre los 500.000 euros en una plantación exterior y los 800.000 euros en el caso de una plantación interior. Unas cifras que hubieran podido aumentar en caso de que la droga se hubiera vendido en otros países de Europa. Todo el material requisado fue trasladado al cuartel de la Guardia Civil del Vendrell. Después de hacer las diligencias, los detenidos quedaron en libertad en sede policial y con la obligación de personarse al Juzgado de Instrucción 6 del Vendrell, quien se ha hecho cargo de las actuaciones.