Agentes de los Mossos d'Esquadra detuvieron este jueves a un chico de 21 años que estuvo a punto de provocar una tragedia en Ponts, en la Noguera (Lleida), en la cual podrían haber acabado muriendo varios niños. Los hechos tuvieron lugar en torno a las doce del mediodía, cuando una patrulla de la policía catalana entraba en un espacio de ocio cerca del río y vio que un coche estaba circulando a toda velocidad. En aquel momento, el monitor de un casal infantil se acercó a los agentes y les explicó que aquel mismo coche había estado haciendo lo mismo en la zona dónde había los niños, comportando un gran peligro.

Cuando el vehículo se disponía a salir de la zona lúdica y marcharse, la patrulla de los Mossos le ordenó que se detuviera, pero el conductor decidió hacer caso omiso a las indicaciones de los agentes y aceleró en dirección contraria. El coche volvió a pasar a toda velocidad por la zona donde se encontraban los menores de edad, que tuvieron que apartarse de la trayectoria del coche para no morir atropellados. Los agentes intentaron empezar una persecución del vehículo, pero perdieron el contacto visual y no lo volvieron a ver hasta que lo encontraron al final de un camino que lleva al río.

Dejó el coche abandonado y huyó pie

El conductor había dejado el coche abandonado con las puertas abiertas y había seguido con su huida a pie. Gracias a la documentación del vehículo, pudieron obtener un domicilio en el mismo municipio de Ponts, donde pudieron localizar y detener el conductor acusado de ser el presunto autor de un delito contra la seguridad vial por conducción temeraria y otro de desobediencia a los agentes de la autoridad. Además, pudieron comprobar que nunca se había sacado el carnet de conducir. Finalmente, quedó en libertad con la obligación de presentarse ante el juez cuando lo requiera.