Los Mossos d'Esquadra han detenido a doce personas relacionadas con un narcobloque, una auténtica factoría de marihuana, que dos clanes de etnia gitana, los Extremeños y los Castro, tenían en marcha en Sant Cosme, en el Prat de Llobregat (Barcelona). La sorpresa de la policía, cuando entraron en uno de los pisos, de los dieciséis donde encontraron droga durante los cacheos, fue encontrar a un personaje ilustre, el Charro. Siempre vestido de blanco y con sombrero, este hombre, de los Vargas-Extremeños, uno de los dos clanes que controlan esta barriada junto al aeropuerto del Prat, estaba en el interior de una de las plantaciones de uno de los bloques convertidos en plantaciones indoor.

El hombre, de 79 años, y famoso por haber salido al programa de Cuatro 'Los Gipsy Kings', una serie documental donde se exponía la vida de varias familias gitanas, fue detenido por los Mossos por un presunto delito contra la salud pública y después de ser trasladado a la comisaría, quedó en libertad con cargos a la espera de que sea citado por el juez que lleva el caso. El Charro, junto a otros miembros de su clan y de un segundo clan que también controla este barrio del Prat, presuntamente, y según las investigaciones de los Mossos d'Esquadra, era el responsable de una de las plantaciones que había en el bloque número 24 de la calle del Riu Anoia, en Sant Cosme, un bloque de protección oficial, dejado de la mano de Dios, que solo servía para malvivir y para producir de manera intensa marihuana.

Un narcobloque lleno de marihuana a pleno rendimiento

El narcobloque que los Mossos d'Esquadra han desmantelado y que el Ayuntamiento del Prat ha tapiado con hormigón armado para evitar que sus pisos se vuelvan a ocupar y vuelvan a convertirse en plantaciones, como ya pasó a final de 2022, tenía el agua y la luz pinchada para hacer rentables las plantaciones de marihuana, que después venden a mafias extranjeras que comercializan por toda Europa. Los técnicos de la compañía suministradora de energía eléctrica calcularon que la defraudación de fluido eléctrico es de 212.000 euros aproximadamente durante el último año, y que entre las doce plantaciones consumían el equivalente en 174 viviendas de uso familiar. Después del desmantelamiento, el consumo de electricidad en la zona se ha reducido de forma destacada y notable, aseguran los Mossos d'Esquadra. La marihuana que se encontró supera, en el mercado negro, un valor de 2 millones de euros, según la policía.

La detención del Charro y de once personas más, todas relacionadas con estos dos clanes de etnia gitana que se han hecho fuertes en Sant Cosme, un espacio no-go zone, donde incluso los carteros y las ambulancias tienen que entrar con protección policial, ha generado los últimos días enfrentamientos con la policía. Grupos de jóvenes del barrio, atizados por los jefes de los dos clanes, han quemado contenedores y coches, han tirado piedras en la carretera y han atacado la comisaría.