Nueva operación policial contra el tráfico de mujeres. Agentes de la Policía Nacional, en una investigación conjunta con los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona, han desmantelado una organización criminal que explotaba sexualmente a mujeres de origen sudamericano en falsos centros de estética y masajes ubicados en Barcelona. En total se han identificado 21 víctimas, de las cuales 18 han podido ser liberadas en la explotación de la investigación. Uno de los lugares donde vivían encerradas las mujeres era un bajo de la calle Sant Pere Més Baix, 66, y uno de los prostíbulos clausurados estaba en la calle Trafalgar, 45, en el centro de Barcelona, según ha podido saber ElCaso.com.

Las víctimas vivían un auténtico infierno. Eran obligadas a prostituirse sin descanso, las 24 horas del día y los siete días de la semana, bajo una vigilancia constante ejercida por cámaras y miembros de la banda. Algunas mujeres han relatado que, cuando se negaban, los responsables las apaleaban, las agredían sexualmente y las encerraban en habitaciones con candado, sin lavabo, sin comida ni agua durante días. Ni siquiera les permitían ir al médico para tratar las lesiones graves causadas por las agresiones que recibían.

 

La organización captaba a las mujeres en sus países de origen, todos en Sudamérica, con falsas promesas de trabajo y, una vez en el Estado, les imponía una deuda de 6.000 euros que debían "saldar" prostituyéndose. Aun así, los explotadores se quedaban el 50% de los ingresos argumentando gastos de alojamiento y manutención, manteniéndolas en una situación de endeudamiento perpetuo y dependencia absoluta. Las mujeres vivían dentro de los prostíbulos, no podían salir a la calle, no podían elegir clientes ni rechazar servicios. Incluso eran obligadas a mantener relaciones sexuales sin preservativo cuando los clientes lo pedían y, a menudo, las forzaban a consumir drogas para aumentar el rendimiento y tenerlas activas durante horas.

"Novedades" para ganar más dinero

La red operaba principalmente en Barcelona, pero cuando una víctima llevaba tiempo explotada en uno de los locales, la trasladaban en tren o avión hasta Marbella. Un miembro de la organización las controlaba durante todo el trayecto para evitar que pudieran escapar. El cambio de ciudad servía a la banda para anunciarlas como "novedades", lo que incrementaba la demanda y, por tanto, los beneficios que obtenían, según han podido probar los agentes de la policía española que han liderado la investigación.

Durante las vigilancias, los agentes comprobaron que los dos prostíbulos utilizados para la explotación sexual funcionaban también como puntos de venta y distribución de droga, principalmente cocaína. Parte de los beneficios de la red provenía de esta actividad paralela. El líder de la organización operaba a través de diversas empresas pantalla registradas como centros de estética y masajes, que aparentaban una actividad legal pero que en realidad servían de tapadera para la prostitución forzada y el tráfico de drogas.

El aviso de una de las mujeres explotadas

El operativo policial, que se inició en marzo de 2025 a raíz de la declaración de una víctima, ha culminado con la detención de ocho personas, cinco de las cuales han ingresado en prisión. Entre los detenidos hay personas de nacionalidad española y también personas originarias de países de América del Sur. Se han practicado cinco entradas y registros en inmuebles y se ha decretado la clausura de los dos prostíbulos. Durante las actuaciones, se intervinieron 44.455 euros en efectivo, unos 100 gramos de cocaína, más de 10 kilos de marihuana, una motocicleta, un reloj Rolex, once teléfonos móviles, material informático y abundante documentación incriminatoria. También se han bloqueado los activos financieros que la red utilizaba para canalizar los beneficios de la explotación sexual. Se continúa trabajando para identificar a más víctimas que han estado bajo las garras de esta organización criminal transnacional.