Agentes de los Mossos d'Esquadra han detenido a un hombre acusado de haber cometido 51 robos en pisos turísticos de Barcelona, en concreto en los distritos de Sant Martí y de L'Eixample. El ladrón en cuestión sabía perfectamente qué apartamentos estaban destinados al turismo, gracias a una labor previa de vigilancia de los bloques donde cometía los asaltos, y aprovechaba la ausencia prolongada de los turistas para acceder al interior de los Airbnb y llevarse todo tipo de objetos, desde joyas hasta cámaras digitales. Los investigadores calculan que el total del botín puede subir hasta los 250.000 euros.

El hombre, con una larga lista de antecedentes por hechos similares, contaba con la colaboración de otra persona, quien a estas alturas no ha podido ser detenida, y que era el encargado de llevar a cabo las tareas de vigilancia mientras el otro entraba en los apartamentos a robar. Los dos hombres se comunicaban por teléfono, y el que se quedaba en la calle avisaba al autor material de los hurtos si los inquilinos estaban volviendo. De esta manera, asaltaron 26 pisos turísticos de Sant Martí y 25 más de L'Eixample, actuando sobre todo en verano, que es la época con más concentración turística en la ciudad.

Acostumbraban a asaltar los mismos pisos

Según han podido averiguar los investigadores de la policía catalana, los hombres habían llevado a cabo unas labores de vigilancia gracias a las cuales se aseguraron de que los pisos que tenían en el punto de mira se utilizaban solo como apartamentos turísticos. Además, de entre la gran cantidad de Airbnb que hay en estos dos distritos, se centraron en los mismos pisos, llegando a entrar hasta cuatro veces en un mismo apartamento durante los meses de verano.

Los ladrones escogían asaltar pisos turísticos porque había más posibilidades de encontrar objetos de valor desatendidos durante largos periodos de tiempo, ya que, normalmente, los turistas que alquilaban estos apartamentos pasaban todo el día fuera, dejando en las habitaciones dinero en efectivo, joyas, cámaras y ordenadores portátiles que quedaban a la merced de los ladrones. Al tener conocimiento de estos hechos, los Mossos d'Esquadra pusieron en marcha un dispositivo de seguimiento, gracias al cual pudieron asegurarse sobre la actividad delictiva de estos dos hombres.

Finalmente, al tener pruebas suficientes, solicitaron una orden de entrada y registro en el domicilio de uno de ellos, el autor material de los hechos, y se le detuvo acusado de 51 delitos de robo. Además, los agentes encontraron más de 40 objetos que el arrestado había obtenido durante estos robos. La investigación continúa abierta para poder detener a su cómplice.