Novedades del caso Alcàsser: investigan un cadáver encontrado en Irlanda muy parecido a Antonio Anglés. Analizarán su ADN para saber si es el fugitivo, ya que el retrato robot que le han hecho es clavado al del asesino.
Caso Alcàsser: secuestro, violación y asesinato de Toñi, Miriam y Desirée
Los hechos pasaron el 13 de noviembre de 1992 cuando Toñi, Miriam y Desirée, tres menores de edad de Alcàsser, desaparecieron en extrañas circunstancias. Al cabo de pocos meses, encontraron sus cadáveres en Tous (Valencia) con signos evidentes de haber sufrido una muerte violenta.
Miguel Ricart fue el único condenado por el secuestro, violación y asesinato de las niñas de Alcàsser, pero según su testimonio, no cometió el crimen solo, lo hizo con Antonio Anglés, que se ha convertido en uno de los fugitivos más buscados por la Europol, al que se le perdió el rastro justo después de que cometiera el crimen y, desde entonces, los policías no lo han parado de buscar.
El recorrido que hizo antes de que se le perdiera el rastro fue el siguiente: después de enterrar los cadáveres de las niñas, se fue hasta Catarroja (Valencia), donde cogió un taxi para llegar hasta Alboraig (Valencia), donde estuvo tres días en una caseta abandonada hasta que decidió ir a Valencia a cambiarse su aspecto para evitar ser descubierto.
Antonio Anglés, que en el momento de los hechos tenía el pelo rubio, se tiñó de color negro y, acto seguido, se fue hacia Cuenca, desde donde se dirigió hasta Portugal para, posteriormente, ir hasta la capital de Irlanda. Una vez llegó a Dublín, los tripulantes vieron que Anglés se había embarcado de manera clandestina en el barco y fue en aquel momento se tiró en el agua y se le perdió completamente el rastro.
"Era materialmente imposible que escapara desde dentro"
Los tripulantes que lo pillaron aseguran que cuando vieron que el sospechoso del asesinato estaba en el barco, lo encerraron en una cabina, pero que, así y todo, consiguió huir y tirarse al agua. "Era materialmente imposible que escapara desde dentro", explica uno de los oficiales del barco irlandés, que está convencido de que alguien lo ayudó a tirarse en el mar.
Tres años más tarde, en el 2006, unos pescadores encontraron un cadáver en avanzado estado de descomposición en la isla Lambay, muy cerca de la costa de Dublín. Aunque el hallazgo se hizo hace 15 años, los policías irlandeses han hecho el retrato robot del cráneo para saber a quién pertenece el cadáver y han pedido colaboración ciudadana a varios países europeos para saber a quién pertenece el cuerpo.
En menos de un mes se sabrá si el cadáver encontrado en Irlanda pertenece a Antonio Anglés
Cuando el retrato ha llegado a España, los agentes han podido comprobar que el cadáver es prácticamente igual a Antonio Anglés y, por este mismo motivo, están analizando su ADN para ver si coincide con el del peligroso fugitivo. Así pues, en un máximo de 30 días, se tendría que saber el resultado de esta prueba, que será determinante para cerrar uno de los crímenes más macabros de la historia de España.