En unas pocas semanas comenzarán las cenas de Navidad, sean familiares o de empresa es costumbre en nuestro país que varios platos sean acompañados de una pieza de carne

Se trata de un alimento sumamente popular en todo el mundo y cuenta con muchas formas diferentes de prepararse. Es una fuente importante de proteína y es la estrella en muchos restaurantes como asadores o hamburgueserías.

Es muy importante cocinar adecuadamente la carne. Con la de algunos animales se puede ser algo más descuidado, pero las piezas de pollo, por ejemplo, deben cocinarse bien para evitar problemas de salud que conlleven una visita urgente al hospital más cercano.

Los peligros de la carne

Hay muchas personas a las que les gusta la carne jugosa. De hecho es uno de los platos más populares en varios restaurantes. Pese a ello, es necesario que los cocineros sepan qué carne puede cocerse durante menos tiempo y qué carne debe estar completamente hecha aunque implique algo más tiempo de cocción.

La última vez que se hizo un estudio relacionado con los ingresos por ingerir carne cruda fue en 2009. En la Unión Europea se registraron casi 5.500 intoxicaciones por esta práctica culinaria.

Carnicería / Europa Press

También es muy importante conocer la procedencia de la carne. Algunas piezas pueden tener bacterias. La Escherichia coli ha afectado a muchas personas en los últimos años y puede resultar mortal, por lo que se aconseja acudir a vendedores de confianza siempre.

Los tipos de carne y su grado de peligrosidad

Las piezas más peligrosas son las de pollo y la carne picada. Es muy importante cocinar muy bien la carne de pollo, ya que es propensa a las bacterias. Mismo caso que la carne picada, ya que no siempre se elimina bien la bacteria del E.coli O157:H7 del intestino de los animales.

El pavo y la ternera tienen un riesgo elevado. También se recomienda guisar la carne y no comerla en filetes, de esta forma se previenen posibles enfermedades que se producen por no cocinar bien la carne. La carne de pavo se debe conservar con mucho cuidado, si pasa más de una semana empiezan a aparecer las bacterias en ella.

El cerdo y el embutido tienen un riesgo medio. Los embutidos pueden tener Listeria monocytogenes, que no es habitual, pero esta bacteria resiste el frío por lo que se debe comprar en tiendas de confianza. El cerdo se suele cocinar mucho tiempo tradicionalmente, ya que por sus propiedades no es demasiado sabroso poco hecho por lo que no suele presentar muchos problemas.

Por último las carnes de riesgo bajo son las salchichas y el jamón. Las primeras se cocinan a altas temperaturas, lo que previene la aparición de bacterias y el jamón es bastante seguro por el proceso que requiere su preparación.