El asesino de un hincha colombiano en el distrito madrileño de San Blas ha sido detenido en Barcelona. El arrestado el 8 de enero, un joven de 25 años y nacionalidad colombiana, en la ciudad condal, había propinado una puñalada mortal a un hombre de 35 años, aficionado al fútbol y del mismo origen, en la capital el pasado 24 de noviembre. Al parecer, el homicidio se produjo al día siguiente de una discusión por un partido y tras el ataque con un cuchillo en el cuello, el supuesto autor de los hechos huyó y se escondió en Barcelona.

Una discusión por los daños del coche y el apuñalamiento mortal en el cuello antes de huir

El joven ha sido capturado durante un control rutinario de los Mossos d'Esquadra, los cuales comprobaron sus datos para identificarlo y vieron que le constaba una orden emitida por el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional de Madrid, encargado de la investigación del crimen. De hecho, antes de ser detenido, los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) determinaron que la agresión se habría producido a raíz de una disputa entre dos seguidores de equipos rivales colombianos y que, una vez finalizado el evento deportivo, la víctima durmió en el conocido como hotel okupa. Este edificio de lujo ocupado de San Blas fue la clave del homicidio.

Cuando el detenido, que pasó la noche junto a unos amigos, se levantó de la cama, vio que su vehículo tenía las ventanillas rotas, las ruedas rajadas y le habían robado las maletas. Esto desató la furia del joven, que fue a pedir explicaciones a los que él pensaba que eran los responsables y que residían en el edificio contiguo. Se inició una discusión, que fue cada vez a más, y que culminó con el apuñalamiento en el cuello del que él creía que era el culpable de los daños en su coche. Este ataque le provocó, casi inmediatamente, la muerte al hombre de 35 años. 

Orden de detención, control rutinario en Barcelona e ingreso en prisión

El supuesto homicida huyó poco después y el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional se trasladó hasta el lugar de los hechos, en el distrito madrileño de San Blas. Los investigadores determinaron la identidad del agresor y lograron ubicarle en Barcelona, por lo que emitieron una orden nacional de detención, que fue lo que lo delató cuando los Mossos d'Esquadra le dieron el alto durante un control rutinario el pasado 8 de enero. El hombre fue detenido y pasó a disposición judicial y el magistrado correspondiente decretó su inmediato ingreso en prisión.