El Ayuntamiento de Canovelles continúa haciendo todo lo posible para acabar con el top manta en su mercado semanal. Después de perder el control con más de 300 puestos sin licencia, se decidió tirar la toalla y cerrarlo, pero la presión hecha por los compradores habituales y los paradistas con licencia llevaron al alcalde Emilio Cordero a dar marcha atrás. Tras una reunión con el Departamento de Interior, se decidió mantenerlo abierto con el compromiso de desplegar operativos de control en la zona. Ya el siguiente domingo, este incremento de los efectivos policiales se puso de manifiesto, con un macrodespliegue para evitar la venta ilegal.
Efectivos de los Mossos d'Esquadra, de las policías locales de Canovelles, Granollers y las Franqueses, de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, se desplegaron, no solo alrededor del mercado, sino también en las diferentes estaciones de Rodalies, como Granollers-Canovelles, Granollers-Bellavista o Les Franqueses-Granollers Nord. El dispositivo funcionó, con decenas de personas identificadas y los lugares donde se colocaban habitualmente vacíos y perimetrados con vallas metálicas. Sin embargo, la continuidad del mercado no estaba asegurada y desde los Mossos advirtieron al consistorio de los peligros ante una posible evacuación, que no podría hacerse con seguridad.
Nuevo emplazamiento y nuevo formado para garantizar la seguridad
Para intentar corregir esta inseguridad y acabar con el top manta en el mercadillo, se ha decidido rehacerlo y que tenga un nuevo formato y un nuevo emplazamiento. Ya desde este próximo domingo, 17 de noviembre, se realizará en el tramo del paseo de la Ribera, ubicado entre el cuartel de la Guardia Civil y el límite del término municipal con Les Franqueses del Vallès, en una zona más industrial y alejada del tramo más próximo a la trama urbana. El objetivo es descongestionar la zona, evitando el colapso de las calles del centro de Canovelles y garantizando la existencia de vías de evacuación.
Además, la nueva configuración, en una sola línea recta, facilitará la gestión de los accesos y el control de todo el espacio. Los puestos de alimentación se situarán en los dos extremos, una parte en el extremo sur para facilitar la compra a la gente del pueblo y otra en el extremo norte para facilitársela a los foráneos que vienen en coche a comprar al mercado semanal de Canovelles. Entre estas dos partes, en medio, estarán los puestos de ropa, textiles y otros productos. Este nuevo formado, al mismo tiempo, permitirá un mejor control a la hora de prevenir la venta ilegal. Por su parte, la zona de restauración para hacer el vermú, comer los pinchos o comprar el pollo asado seguirá en su lugar habitual en torno a la plaza de Europa, aunque se cortarán dos tramos de la calle de la Riera para facilitar la movilidad de la zona y dar prioridad a los clientes de los locales.