Con 101 años, Rosario Bravo está viviendo un auténtico calvario. En el año 2021, cuando tenía 97, fue desahuciada de su casa, un sobreático del barrio de la Torrassa de L'Hospitalet de Llobregat, por un error. Tenían que desahuciar al vecino del piso de abajo, pero la comitiva judicial se equivocó de vivienda. En aquellos momentos Rosario estaba pasando unos días en casa de uno de sus hijos y cuando volvió a su piso se encontró con que no podía entrar. Habían cambiado la cerradura. Una vez se aclaró lo que había pasado, pudo volver a casa, pero ya nada era igual.

Durante el desahucio, habían tirado todas las pertenencias de Rosario, entre ellos objetos de alto valor sentimental, como una fotografía con su marido, quien murió solo cuatro años después de casarse. Toda una serie de objetos y recuerdos que había ido acumulando en cerca de 100 años de vida, más de la mitad viviendo en aquel piso de L'Hospitalet, desaparecieron de la noche a la mañana. Ella y sus hijos iniciaron una batalla para intentar recuperarlo, pero ya han pasado casi cuatro años y Rosario sigue sin haber podido recuperar nada y ya quedan pocas esperanzas de poder hacerlo. Además, lamentan que nadie los ha pedido perdón por lo que pasó.

El caso, archivado

Por otra parte, mientras intentaban recuperar lo que se habían llevado, la familia de Rosario inició un proceso judicial acusando al procurador, al gestor judicial y al cerrajero que cambió la cerradura de negligencia. No obstante, el caso ha acabado archivado después de que la jueza considerara que, aunque sí hubo un error, no se trató de negligencia. Primero en el juzgado número 8 de L'Hospitalet y después en el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC). En los dos casos, la causa se archivó. La última esperanza de que les queda que se haga justicia y se reciba una compensación es a través una indemnización del Ministerio de Justicia "por responsabilidad patrimonial de la administración". Sin embargo, tampoco servirá para devolver el valor sentimental de todo lo que se perdió.