Detenidos en Hungría los dos hijos del conocido jefe de la franquicia catalana del cártel de Sinaloa y extraditados a España acusados de participar en el asesinato de un hombre en Catalunya. La Policía Nacional ha trasladado desde Budapest, tras ser entregados por las autoridades húngaras, a dos hermanos gemelos de 20 años que supuestamente integraban una red dedicada al narcotráfico y al blanqueo, con secuestros, torturas y crímenes incluidos, según ha confirmado ElCaso.com, que estaba liderada por el padre: Pablo Lorenzo A. B., alias El Ruedas. Este narcotraficante mexicano —que quedó postrado en una silla de ruedas por un accidente en moto— fue detenido en la Operación Balcanes que llevaron a cabo, de manera conjunta, los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional, tal como avanzó este medio en el mes de octubre, en las comarcas catalanas del Maresme y el Baix Camp.

 

En la denominada Operación Balcanes hubo catorce detenidos, once hombres y tres mujeres, entre ellos El Ruedas. A este último lo pillaron en su chalet de Sant Andreu de Llavaneres, desde donde dirigía las operaciones y tomaba todas las medidas de seguridad posibles para no ser descubierto. Al parecer, sus dos hijos lograron escapar antes del operativo o no se encontraban en la zona en el momento que ambos cuerpos policiales desarticularon la organización dedicada al tráfico de drogas por los puertos de Barcelona y Tarragona y la tortura y asesinato de un narco kosovar de 45 años. Los dos jóvenes de 20 años, Patricio y Pablo Lorenzo, según ha detallado El Español, detenidos en Hungría, podrían estar implicados en este crimen y haber sido partícipes de otros asuntos relacionados con esta ramificación del cártel de Sinaloa en Catalunya.

Capturados en Hungría y extraditados a Madrid: así los han pillado

Los hermanos fueron detenidos en Hungría el pasado 25 de enero y, dos días más tarde, el Tribunal Metropolitano del país ordenó la entrega provisional de los dos chicos, con doble nacionalidad húngaro-mexicana —de madre húngara y padre mexicano—, a las autoridades españolas. Estaban buscados, según ha podido confirmar este medio, por el Juzgado número 2 de Reus (Tarragona), el cual había emitido una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE). Los reclamaban por pertenencia a organización criminal, secuestro, homicidio, tráfico de drogas y blanqueo de capitales. 

Por todo ello, tras el arresto temporal en Hungría, fueron llevados bajo custodia de los agentes de la Oficina Sirene de la Policía Nacional hasta Madrid en un vuelo de línea regular que despegó de Budapest este martes 18 de febrero. Según ha explicado el Tribunal Metropolitano húngaro, los jóvenes desempeñaban un papel relevante en esta organización de mayoría mexicana asentada en Catalunya, y con fuertes vínculos con el cártel de Sinaloa, que tenía como líder a su padre, El Ruedas. Los reclamados, que ya se encuentran en territorio español, manejaban los rescates de los secuestros y las ganancias del tráfico de drogas, por lo que serían responsables directos de la tortura y asesinato, así como la extorsión a la familia, del narco kosovar de 45 años que se había citado con su progenitor para un negocio de drogas.

Herederos activos del cártel y extorsión del secuestro y crimen en Catalunya

Al parecer, Patricio y Pablo Lorenzo, como ya se ha dicho, participaban activamente en el negocio familiar, en la ramificación del cártel de Sinaloa en Catalunya. La organización, que utilizaba los puertos de Barcelona y Tarragona para recibir —principalmente de México—, procesar y distribuir la droga a nivel mundial, secuestró, supuestamente, al narco kosovar que salió de Italia para reunirse con el cártel de origen mexicano en la zona del Maresme en mayo de 2024 y desapareció. Su mujer presentó ante la policía italiana una denuncia por la desaparición y su padre también hizo lo mismo en Kosovo

Estas denuncias llegaron, a través de la Interpol y la Europol, a la Policía Nacional y a los Mossos d'Esquadra, que comenzaron a investigar el caso. Tal y como explicó ElCaso.com, el encuentro con uno de los líderes de la organización no terminó bien y lo torturaron hasta matarlo en los primeros días de cautiverio en Sant Andreu de Llavaneres, supuestamente, por haber perdido un cargamento de droga por el que le reclamaban más de 200.000 euros.

Pero también extorsionaron a la familia, pese a que el hombre había muerto y se habían deshecho del cadáver, a la que reclamaban la deuda de 200.000 euros. Un rescate. Algo en lo que los hermanos extraditados jugaban un papel importante y del que lograron sacar unos 30.000 euros. La Policía Nacional de Madrid, en ser preguntados en varias ocasiones por este medio, no han dado ninguna información al respecto más allá de la entrega por las autoridades húngaras de los dos hermanos.