Los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional han puesto en marcha este martes por la mañana un dispositivo policial en varios municipios del Maresme y Barcelona para desmantelar una organización criminal internacional relacionada con el secuestro de una persona que terminó con la muerte de la víctima, según han explicado fuentes de la policía a ElCaso.com. Durante el operativo se han realizado catorce detenciones y seis registros, aunque la investigación continúa abierta.
Desde las seis de la mañana se han iniciado varias entradas y registros, que han contado con el asalto de unidades de intervención como el Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional y el Grup Especial d'Intervenció (GEI) de los Mossos d'Esquadra, y se han realizado varios detenidos. Se han efectuado seis registros judiciales y se ha entrado en casas y locales en Cabrils, Sant Andreu de Llavaneres, Sant Iscle de Vallalta y también en Barcelona. Es una investigación realizada conjuntamente con unidades centrales de la policía española, en Madrid, y la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos d'Esquadra. El caso se encuentra bajo secreto de sumario y no se han conocido más detalles más allá de la confirmación de mínimos, a preguntas de ElCaso.com.
La investigación, muy compleja y con la participación de unidades centrales de ambos cuerpos, así como la colaboración de agencias de seguridad internacionales, se ha centrado en el secuestro y la extorsión que sufrió la víctima, quien finalmente terminó muriendo. Aun así, los secuestradores, mediante la extorsión, continuaron reclamando pagos a la familia de la víctima, que tenía la esperanza de encontrar con vida al hombre. Después de finalizar los asaltos, se ha comunicado a la familia la mala noticia. Se desconoce, por ahora, debido al secreto de las investigaciones, la relación de la víctima con los secuestradores y supuestos asesinos.
Objetivos muy peligrosos
En las entradas, que se han realizado conjuntamente y con la coordinación entre los dos cuerpos de élite y asalto de los Mossos y de la Policía Nacional, debido a la peligrosidad de los objetivos a detener, se ha detenido a varias personas, de nacionalidad mexicana, y se han intervenido drogas, algunas de sintéticas, en un establecimiento de Sant Andreu de Llavaneres. Los investigadores apuntan que el tráfico de droga era una de las actividades paralelas de esta organización criminal internacional que se había establecido en nuestro país. El secuestro, al más puro estilo sudamericano, como los arrestados, demuestra la peligrosidad de la delincuencia instalada en nuestro país.