La Policía Nacional ha desmantelado un laboratorio artesanal de medicamentos prohibidos ubicado en Gavà, en el Baix Llobregat (Barcelona), regentado por una pareja procedente de Europa del este. La policía española los acusa de haber puesto en venta más de 6.000 dosis de suplementos vitamínicos y tratamientos ilegales, siendo el producto estrella un fármaco cuyo principio activo es la dutasterida, que se comercializa para tratar la próstata y la caída del pelo. Los detenidos, un hombre húngaro de 48 años y una mujer ucraniana de 35, están acusados de un delito contra la salud pública y están pendientes de pasar a disposición judicial.
La investigación se puso en marcha gracias a un aviso procedente de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos, quienes dieron cuenta de la existencia de ventas ilegales de medicamentos en Internet, cuyo origen era Catalunya. En total, se identificaron tres páginas web gestionadas por esta pareja, donde los usuarios podían encontrar todo tipo de medicamentos no autorizados, y algunos que solo se podían adquirir de manera legal con prescripción médica. Entre las "top ventas" había suplementos vitamínicos para la mejora del rendimiento académico, contra el envejecimiento, tratamientos contra la alopecia, quemagrasas, sustancias de mesoterapia o para el cuidado de heridas y lesiones.
Todos los medicamentos, de producción casera
Además de la ilegalidad de la venta de estos productos, los investigadores pudieron comprobar que los detenidos los fabricaban ellos mismos en un laboratorio que tenían en un domicilio de Gavà, con el consiguiente peligro que eso supone para la salud de los compradores. Cuando efectuaron la entrada para registrar el piso, se encontraron un centrifugador, una cabina de flujo laminar, una cámara esterilizadora de fabricación casera, una etiquetadora, viales reutilizables, tapones y cajas de cartón. Los peritos de la Agencia Española de Medicamentos y de Productos Sanitarios identificaron 6.616 dosis de medicamentos y otros utensilios propios de un laboratorio farmacológico.
La pareja recibía pedidos y hacía envíos a escala mundial, pero destaca especialmente una venta que hicieron a México, donde enviaron 120 kilos de viales de diferentes medicamentos por los que facturaron 72.000 dólares. La operación policial concluyó con el bloqueo de las cuentas bancarias donde los delincuentes ingresaban el dinero obtenido de la venta ilegal de estos productos.