La droga lo puede llegar a manchar todo. Es un negocio que genera importantes beneficios y necesita encontrar canales de distribución. Los Mossos d'Esquadra han desmantelado esta semana en Catalunya un grupo criminal que había conseguido corromper a funcionarios la prisión de Brians 2 para colar droga en la cárcel. La explotación de la División de Investigación Criminal (DIC​) de la región Metropolitana Sur ha dejado a once detenidos, tres de los cuales son funcionarios de la prisión y un trabajador Centro de Iniciativas para la Reinserción (CIRE); no funcionario.

Los otros detenidos son familiares de los internos que desde el interior de la prisión se encargaban de recibir la droga y ponerla en circulación entre los otros internos. Los Mossos d'Esquadra y el Área de Información y Seguridad (AIS) de la Dirección General de Asuntos Penitenciarios investigaron y registraron las celdas de los reclusos acusados de participar de la banda, que han estado separados y destinados a otras prisiones de Catalunya para evitar que se repitieran situaciones parecidas.

Sospechas que entraban droga a la prisión

La investigación se inició el mes de noviembre de 2020 gracias a la información recopilada por servicios de investigación que apuntaba al hecho de que internos del centro traficaban con sustancias estupefacientes, introducidas desde el exterior. Los internos que se encargaban de mover la droga por el interior de la prisión contaban con la colaboración de familiares de internos, trabajadores del mismo centro y de reclusos que salían de permiso y que introducían las drogas. Una vez analizada la participación e implicación de algunas de estas personas se pudieron identificar en tres grupos de internos que habían comenzado esta actividad, cada uno con su red de colaboradores en el interior de Brians 2. De las investigaciones y vigilancias que se hicieron, se interceptaron algunas sustancias estupefacientes después de los contactos íntimos entre familiares, en los conocidos vis-a-vis, y del retorno de internos provenientes de permisos penitenciarios.

El pasado martes los Mossos d'Esquadra iniciaron una operación con cacheos y detenidos en Cornellà de Llobregat, Sant Feliu de Llobregat, Hospitalet de Llobregat, Terrassa y Sabadell.

Funcionarios y familiares de presos, implicados

Se hicieron siete cacheos domiciliarios, dos de trasteros y taquillas laborales y detuvieron a once personas, entre las cuales tres funcionarios de prisiones y un profesional del Centro de Iniciativas para la Reinserción (CIRE). Después de ser arrestados, los trabajadores fueron conducidos en la prisión, con el fin de revisar, con la autorización judicial, sus taquillas. A estas personas se las pudo relacionar el tráfico de drogas en su vida particular y con el tráfico de sustancias en el interior de la prisión en el marco de la actividad que se desarrolla en los talleres del centro. Entre los detenidos hay también familiares de los reclusos, que eran los encargados de mover la droga desde el exterior hasta la prisión y también colocarla en ventas en el exterior. Los tres grupos tenían sus colaboradores y se aprovechó la explotación de la investigación para poder desmantelarlos los tres.

Todos los detenidos, en libertad

Uno de estos grupos tenía su epicentro en el barrio de Sant Ildefons de Cornellà de Llobregat, donde los delincuentes también aprovechaban para vender su droga en algunos pisos, haciendo ventas al detalle, un negocio que reportaba importantes beneficios.

Los detenidos pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción y Primera Instancia número 6 de Martorell, el titular de la instrucción, y decidió dejar en libertad con cargos a todos los detenidos. Justicia ha apartado del trabajo y los ha retirado el sueldo a los trabajadores vinculados en el departamento arrestados e investigados en este nuevo caso de corrupción de funcionarios públicos.