Catalunya está harta. Cada vez hay más casos de delincuentes multirreincidentes que pasan por los juzgados y salen indemnes para seguir cometiendo delitos. Tanto la población como los gobiernos de los pueblos ya no aguantan más esta insostenible situación de inseguridad en las calles que solo hace que motivar a los delincuentes a seguir robando y agrediendo. Precisamente con la intención de ponerse firmes con el tema, desde la demarcación de Barcelona se han expulsado diecinueve criminales, procedentes de Colombia y el Perú, autores de múltiples delitos y considerados "de alta peligrosidad".

La Unidad Central de Repatriaciones (UCR) de la Policía Nacional, conjuntamente con la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Barcelona, se coordinaron para reunir casi a una veintena de delincuentes multirreincidentes y poder devolverlos a sus países de origen en América del Sur. El grupo de expulsados solo tiene en común su nacionalidad, no colaboraban a la hora de cometer los delitos ni están acusados de lo mismo, sino que se han agrupado un grupo de multirreincidentes acusados de hechos como lesiones, tráfico de drogas, robos con violencia o agresiones contra agentes de la autoridad, entre otros, y se ha hecho los trámites para poder expulsarlos y enviarlos nuevamente a su país. Para poder llevar a cabo esta operación, se requirió la participación de unos 40 efectivos y 14 vehículos policiales, así como la colaboración de personal de varias comisarías locales de la demarcación de Barcelona, personal de fronteras del aeropuerto del Prat y la Unidad de Intervención Policial (UIP).

De Barcelona en Sudamérica

El pasado 3 de septiembre se firmó la orden que ponía en marcha este operativo, y el día 10 se movilizó finalmente a los detenidos. Se los subió a varios vehículos y desde la Zona Franca de Barcelona se les envió hasta el aeropuerto de Madrid-Barajas, donde los detenidos subieron a un avión que los trasladó hasta Colombia y el Perú, expulsándolos de nuestra casa después de numerosos delitos.