Duro golpe de Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares (TSJIB) contra el banquero Andrea Orcel que ha desestimado la petición que había hecho para no tener que pagar a una empresa que había hecho obras en su mansión de Andratx, en Mallorca. Hoy lo ha confirmado el diario mallorquín Última Hora que explica que el banquero tendrá que pagar casi 700.000 euros por unos trabajos de carpintería a la empresa Construcciones Llull Sastre S.A., que ya le han embargado 100.000 euros, le hicieron en una mansión de más de veinte millones de euros que Orcel tiene en el Puerto de Andratx.

El italiano Andrea Orcel es conocido del entorno del poder económico de España y estuvo a punto de fichar por Ana Patricia Botín como consejero delegado del Banco Santander, pero se frustró cuando la entidad vio que no podía asumir las condiciones que ponía el banquero y consiguió, después de una demanda, el pago de 41 millones de euros por haber erosionado su reputación.

Un banquero conocido que no quiere pagar unas obras

Según detalla el mismo medio mallorquín, la empresa que lo denunció reclamaba el pago de 700.000 euros por unas obras en la mansión del Puerto de Andratx. Al no recibir el pago activó una cláusula que remitía cualquier desacuerdo a un arbitraje. "El experto independiente dio la razón a la empresa" a quién el italiano le debía dinero y "la reacción de Orcel fue plantear una demanda de anulación de laudo arbitral ante el Tribunal Superior de Justicia".

La misma sentencia de la Sala de lo Civil y Penal desestima las alegaciones por supuesta falta de aceptación del árbitro y concluye que el contrato de construcción de la vivienda, de manera inequívoca, remitía cualquier tipo de conflicto entre las partes a un árbitro. El demandado pretendía acudir de forma directa en los juzgados pero se le recuerda que la interpretación de los contratos no es la voluntad unilateral de una de las partes.

Obras fuera de presupuesto, según el juez

Todo radica en unos trabajos que, según la sentencia, se encargaron cuando las obras ya se habían acabado y que son los que ahora Andrea Orcel no quiere pagar. Según el auto, las obras que se hicieron de más además, y que había pedido y que recepcionó se finalizaron y hace falta que el banquero italiano deje de dar largas a la empresa y pague los casi 700.000 euros que debe.