Las bandas latinas de Madrid vuelven a protagonizar un brutal ataque. En este caso, la víctima ha sido un chico de 21 años que ha sido brutalmente agredido en Coslada (Madrid). El joven acababa de salir de trabajar cuando, presuntamente, unos miembros de los Dominican Don't Play (DDP) lo han atacado en grupo y lo han intentado matar a machetazos y a puñaladas.
Los hechos han pasado este lunes en Coslada, un municipio limítrofe con la capital española. El joven de 21 años acababa de salir de trabajar y, mientras estaba yendo a buscar el tren para volver a casa, lo agredieron en grupo, sin tener ningún tipo de posibilidad de defenderse. La agresión, siguiendo el modus operandi de estas tribus urbanas, fue a machetazos, punzones y destornilladores. También le clavaron 11 puñaladas en el brazo, dejándolo gravemente herido.
Posible revancha entre bandas: buscan a los Dominican Don't Play d'Embajadores
La Policía Nacional se ha hecho cargo de la investigación y está intentando identificar a los presuntos autores de los hechos. La hipótesis principal es que son miembros de los Dominican Don't Play (DDP) del barrio madrileño de Embajadores y que lo han atacado por un ajuste de cuentas entre bandas. Esta teoría todavía coge más fuerza si tenemos en cuenta los antecedentes de la víctima, que ha sido detenido en numerosas ocasiones por peleas, estafas y agresiones.
Problemas de seguridad en Madrid por culpa de las bandas latinas
Estas bandas, en los últimos años, se han convertido en uno de los principales problemas de Madrid y su área metropolitana con respecto a la seguridad de la ciudad y la periferia, ya que actúan con extrema violencia y son muy peligrosos. Muchos de sus miembros son niños menores de edad, ya que la Ley del Menor les permite actuar con más impunidad que los miembros mayores de edad.
Las bandas más conocidas y con más actividad de la capital española son los Dominican Don't Play (DDP) y los Trinitarios, que han protagonizado numerosos sucesos en los últimos meses, el más cruel de todos el del asesinato de Jaime, un niño de 15 años que fue agredido hasta la muerte a la salida de una discoteca a la calle Atocha.