Los investigadores lo tienen claro. Àlex, el hombre de 27 años que la semana pasada asesinó a Ayax, su hijo, de 5 años, en Bellcaire d'Empordà, también quería asesinar a su madre, Àstrid, contradiciendo así la versión que hizo pública, todavía con secreto de sumario, el departamento de los Feminismos y la consellera Tània Verge, que aseguró que se trataba de un caso de "violencia vicaria". Los agentes de La DIC de Girona tienen terminado el atestado de lo que pasó desde las ocho de la tarde del día de antes hasta que, tal como adelantó ElCaso.com, fue arrestado en Albons, después de seis horas deambulando y escondido por la comarca.
El hombre consumió alcohol y cocaína, en este último caso concreto un poco menos de medio gramo, dosis reconocida como diaria por él mismo, la noche antes de los hechos, tal como ha adelantado la periodista Marta Rodríguez a EFE. El joven fue al bar y después a casa de sus padres, donde cogió un coche, aunque no tenía carné, y se presentó en la casa de la calle Ter Vell de Bellcaire d'Empordà, donde vivía con su pareja y el pequeño Ayax. Entró en el domicilio familiar con las llaves y fue a la habitación donde dormían la madre y el menor. Ella le preguntó qué hacía allí y él se le abalanzó con una navaja multiuso con una hoja de entre 5 y 6 centímetros.
Veinte cuchilladas para matarla
La apuñaló hasta veinte veces en la zona cervical, en una mano, en una pierna, en el antebrazo, en el tórax posterior, en toda la espalda, y le causó un neumotórax bilateral. Lo que no le quiso aceptar a la policía y al juez es la agresión al niño de cinco años. Sí que detalló que, después de abandonar la vivienda, al pasar ante la entrada vio a la mujer sentada y volvió para arrastrarla por un pie hasta la cocina y golpearla con una estructura metálica, cosa que le provocó la rotura de varios huesos de la cara, como el maxilar y el pómulo derecho, con clara intención de matarla. Durante un tiempo estuvo dentro de casa, pero se desconoce qué hizo, y después escapó calle abajo, tal como marcan los restos de sangre que había en la vía pública.
A las cuatro y media las cámaras de seguridad volvieron a ver el vehículo pasar por Torroella de Montgrí, donde lo había cogido de su padre, pero no fue hasta las seis menos cuarto que la mujer pudo salir de casa y pedir auxilio a una pareja que vive enfrente, en el número seis de esta calle de Bellcaire d'Empordà. Él se perdió durante horas y en torno a las once una patrulla de la Unidad de Seguridad Ciudadana (USC) de la comisaría de la Bisbal lo detectó saliendo caminando de Albons, y lo arrestaron. Los agentes le encontraron, todavía llena de sangre, la navaja que había utilizado para matar al pequeño Ayax.
En prisión
El sábado fue entregado al juzgado de guardia de la Bisbal, que ordenó su ingreso en la prisión acusado de delitos de asesinato, asesinato en grado de tentativa con agravantes de género, ensañamiento y parentesco. Los Mossos están a la espera de poder interrogar a la chica, que todavía está ingresada, si bien evoluciona favorablemente en el Hospital Trueta de Girona.