Hugo Vinicius Skulny Pedrosa, un joven y prometedor futbolista de 19 años, ha sido brutalmente asesinato en la localidad de Sete Quedas, en Brasil, en un punto fronterizo con Paraguay. Su cadáver ha sido decapitado y descuartizado antes de ser lanzado a las aguas del río Iguatemi, donde se han localizado solo la cadera, el torso y el muslo. La cabeza todavía no ha podido ser localizada, aunque los investigadores lo han podido identificar gracias a un tatuaje que el joven llevaba en el brazo con el nombre de su padre, que murió hace 2 años.
Desaparecido después de salir de fiesta
Los restos de Vinicius Skulny han aparecido después de una semana desaparecido en que los servicios de emergencias no lo habían dejado de buscar. El joven fue visto por última vez después de salir de fiesta a una gasolinera al municipio vecino de Pindoty Pora, ya en Paraguay. De vuelta, sus amigos lo dejaron cerca de casa de su expareja. Desde entonces nadie sabía nada de él. Su madre denunció la desaparición al día siguiente y su abuela, con quien vivía el chico, explicó que aquella misma noche había hablado con él y no parecía que tuviera ningún problema.
La policía brasileña ha detenido a la expareja del joven futbolista, quien se supone que fue la última persona que lo vio con vida. Los investigadores creen que se trata de una "pieza clave" para resolver el asesinato del Vinicius Skulny y que tuvo participación en los hechos, aunque ella lo ha negado en todo momento. No ha trascendido, sin embargo, si creen que es la autora material del crimen o si recibió ayuda. Según ha podido demostrar la autopsia, el joven murió de tres tiros y después fue descuartizado con una sierra eléctrica. La principal hipótesis es que se trata de un crimen pasional. Los equipos de emergencias siguen rastreando el río en busca de la cabeza y las partes que faltan del cuerpo y confían en que con el paso de los días acaben saliendo a la superficie.