La Guardia Civil ha desarticulado una organización criminal dedicada a introducir y comercializar carburante adulterado en varias gasolineras low cost del País Valencià. La operación Tenk, como ha sido bautizada por la unidad de investigación que ha llevado el caso, ha acabado con la detención de dieciocho personas, de diferentes nacionalidades, la mayoría de ellas del norte y el este de Europa. Además, la Guardia Civil ha abierto una investigación a catorce personas más y ha vinculado 40 empresas, algunas de Catalunya, en el entramado delictivo.

La investigación empezó el año 2023, cuando diferentes vecinos de la pedanía murciana La Hoya del Campo alertaron a la Guardia Civil de un inusual movimiento de camiones cisterna en su localidad. Las perquisiciones llevaron a la benemérita a un gasocentro irregular donde se requisaron más de 70.000 litros de gasóleo adulterado, maquinaria y depósitos. Además, los investigadores encontraron también otros centros de almacenaje ilegales en Abanilla, también en Murcia y en la localidad valenciana de Silla.

Del norte de Europa a los coches valencianos

El combustible fraudulento, conocido como designer fuel, llegaba desde Letonia, Polonia, Eslovaquia, Hungría y Lituania. Los sospechosos declaraban el cargamento del camión como aceites y lubricantes, para así evitar el pago de impuestos y eludir los controles de las fronteras de la Unión Europea. Una vez llegaba a España, el gasóleo era mezclado con otros componentes, como la triacetina, una sustancia que no cumple los estándares necesarios para su uso como gasolina.

Según la Guardia Civil, este carburante adulterado se distribuía en diferentes gasolineras low cost del País Valencià, especialmente Alicante y València, así como otros puntos de España, sobre todo Murcia y Almería. El fraude no solo generaba pérdidas millonarias en España y en el sector por competencia desleal, sino que también suponía graves riesgos para el medio ambiente y los consumidores, ya que el uso prolongado de esta gasolina manipulada podía estropear los vehículos.

Empresas implicadas en Catalunya

La investigación también destapó un complejo entramado empresarial con 40 sociedades fantasma, alguna de ellas en Catalunya, aunque no se llegó a vender gasolina fraudulenta. Algunos de los administradores de estos negocios eran en realidad testaferros: personas en situación económica precaria, de diferentes nacionalidades, que prestaban sus datos para crear empresas y abrir cuentas bancarias a cambio de dinero.

Entre los delitos atribuidos a los detenidos se encuentran estafa, falsedad documental, blanqueo de capitales, fraude fiscal y pertenencia a organización criminal. Destaca además la imputación de un camionero por 26 delitos contra la seguridad vial, al transportar mercancías peligrosas sin contar con el permiso de conducir correspondiente.