La subida desorbitada de precios que ha sufrido el aceite de oliva el último año, en parte provocados por la falta de lluvias y el apoyo a la explotación oleícola, han hecho que se convierta en oro líquido. Tanto es así que se han sucedido robos de aceitunas por toda España y con bastante frecuencia en las comarcas tarraconenses. Pero el asalto de este mes ha ido más allá de los hurtos en los campos y han actuado directamente en las tiendas de la ciudad de Tarragona, de donde han sustraído directamente las garrafas de aceite que ya estaban listas para la venta. Por ello, los Mossos d'Esquadra han detenido, este jueves 22 de febrero, a dos hombres en la capital provincial, de 35 y 37 años, respectivamente.

No eran robos para el autoconsumo, precisamente. Uno de los arrestados, el hombre de 35 años, regentaba un establecimiento en la calle del Alguer de Tarragona donde se vendía el aceite robado. El producto era sustraído por el otro individuo, de 37, que llegó a hurtar, como mínimo, diecinueve garrafas de aceite en supermercados, un total de 77 litros valorados en unos 659 euros. Esto es lo que se encontraron los agentes cuando registraron el local de uno de los detenidos, así como documentación incompleta y con irregularidades para vender al público tanto el aceite como otros productos alimenticios.

Así los pillaron: uno delató al otro

El Grupo de Delincuencia Urbana de la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Tarragona inspeccionó toda la tienda de la calle del Alguer de Tarragona, de la cual sospechaban que vendía objetos sustraídos y productos alimenticios para los que no tenía licencia. Y así fue, porque nada más preguntar por las garrafas, el comerciante se puso muy nervioso y dio versiones contradictorias a los agentes. La casualidad fue que, durante las preguntas de los policías, entró en el establecimiento el segundo implicado con una garrafa con la alarma del supermercado todavía puesta.

Todo era muy evidente y los agentes del Fura, de paisano, reconocieron al ladrón que entró con la garrafa de aceite que todavía llevaba la alarma del supermercado. Por ello, para evitar verse implicado, el comerciante lo delató. No le sirvió de nada. Los Mossos d'Esquadra descubrieron que los hombres vendían el aceite robado a un precio de entre 20 y 30 euros la garrafa de cinco litros -que sería unos 5 o 6 euros menor que en el establecimiento de donde las sustraían. Por todo esto, detuvieron al regente de la tienda, de 35 años, por un delito de receptación y su socio, de 37 y con 29 antecedentes policiales, por uno de hurto. Este sábado han pasado a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Tarragona y han quedado en libertad con cargos.