Disturbios en un vuelo entre Palma (Mallorca) y Sevilla. El tiempo de viaje aproximado desde que despega el avión de la ciudad balear hasta que aterriza en la capital andaluza es de una hora y media. Pese a la poca duración, el pasado 2 de agosto, un hombre empezó a acosar a varias pasajeras muy jóvenes que se encontraban justo delante de él y después amenazó e intentó agredir a otras personas. Un agente de la Policía Nacional fuera de servicio, y destinado a la Comisaría de Jerez de la Frontera (Cádiz), estaba a bordo y presenció todo lo que estaba pasando, hasta que finalmente tuvo que actuar, reduciendo y deteniendo al individuo violento antes de llegar al aeropuerto de Sevilla-San Pablo.

Según ha informado el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) en un comunicado, el agente detuvo en pleno vuelo a un pasajero que presentaba un comportamiento violento y agresivo contra los miembros de la tripulación de cabina, así como hacia otros viajeros del avión. Curiosamente, ya se empezaba a entrever lo que podía pasar desde que se elevó la aeronave de esta ruta que operan las aerolíneas Air Europa, Ryanair y Vueling. El hombre presentó un comportamiento agresivo, pero en un principio el personal de cabina logró calmarlo y aproximadamente continuó una hora más fuerza tranquilo.

Actuación policial antes de aterrizar en el aeropuerto

No obstante, cuando el avión inició las maniobras para acercarse al aeropuerto de Sevilla-San Pablo, el individuo empezó a asediar a varias pasajeras muy jóvenes que se encontraban justo delante de él. Segundos después amenazó de muerte a otro viajero que intentó proteger a las chicas: "Té voy a rajar cuando lleguemos a Sevilla", aseveró. Ante este comportamiento violento y viendo que esta actitud podía poner en riesgo la seguridad del vuelo, el policía fuera de servicio intervino y se identificó como agente de la Policía Nacional a fin de que el hombre se tranquilizara. Pero consiguió más bien el contrario: el hombre se enfureció, se levantó del asiento y amenazó e intentó agredir de un puñetazo al agente.

El policía evitó el puñetazo, lo redujo y después lo detuvo, a pesar de la fuerte resistencia del hombre. El comandante del vuelo comunicó los hechos a la torre de control de Sevilla, que facilitó al aterrizaje inmediato y dispuso un equipo de la Guardia Civil a pie de pista que entró a la cabina nada más tomar tierra. Al pasajero violento se le imputan delitos de atentado contra un agente de la autoridad, amenazas y un delito contra el tráfico aéreo.