Montornès del Vallès ha vivido unos días complicados desde que un agente en prácticas de la Policía Local del municipio abatió a un hombre que había entrado a la comisaría armado con un cuchillo de grandes dimensiones. Los hechos levantaron una gran polémica, dividiendo a aquellos que creían que la actuación policial fue proporcional y los que consideraban que se trataba de un caso de "racismo institucional", ya que el muerto, Mahamedi, venía de familia gambiana. Este sábado por la mañana se han movilizado unas 400 personas en una manifestación contra lo que consideran una respuesta desproporcionada por parte de los agentes municipales. Otros han escogido métodos de protesta más agresivos, dedicándose a quemar coches y contenedores para expresar su indignación.

Miembros de la manifestación por la muerte de Mahamedi / ACN

La manifestación, organizada por varias entidades contra el racismo, ha empezado en el barrio Montornès Nord, una zona con un gran grueso de inmigración donde vivía el hombre abatido, y se ha marchado hasta el Ayuntamiento. Los participantes cuestionan la versión de los hechos de los Mossos, que afirman que el hombre entró armado con un cuchillo y el agente lo abatió utilizando el arma reglamentaria, una respuesta justificada. Días antes ya había habido una concentración delante del piso donde vivía Mahamedi, pero ninguna movilización organizada por entidades. Una manifestación pacífica, sin embargo, no convencía a todo el mundo, ya que ciertas personas han querido quejarse de forma más agresiva y hacerse notar. Durante las noches de esta semana, los policías han ido recibiendo avisos de varios contenedores en llamas, como mínimo 25 entre el lunes y el jueves, y tres coches también resultaron afectados por los actos vandálicos. Por estos hechos se detuvo a un chico de 18 años, amigo de Mahamedi.

Entra en la comisaría armado con un cuchillo

El chico de 22 años fue disparado en la comisaría de la Policía Local por un agente en prácticas, ya que, según la declaración oficial de los Mossos, quiénes investigaron los hechos, el hombre entró armado en la comisaría de la Policía Local con un cuchillo de grandes dimensiones con el objetivo de hacer daño al policía que había en el interior. Al ver la situación, el agente sacó el arma reglamentaria y lo disparó antes de que pudiera atacar a nadie. El chico armado acabó muriendo en el lugar de los hechos, y el otro policía acabó herido por uno de los tiros de su compañero.