Las llamadas telefónicas nos facilitan mucho la vida, ya que nos permiten hablar con cualquier persona desde cualquier parte del mundo. Son una herramienta ideal, pero, por desgracia, también pueden ser peligrosas en algunas circunstancias específicas. Los criminales han evolucionado y ahora uno de cada cinco delitos se hace a través de medios digitales como el móvil o el ordenador, y debido a esto, no importa dónde vivamos, ya que nos pueden engañar desde cualquier parte del mundo sin importar dónde nos encontremos nosotros y dónde se encuentren los ciberdelincuentes. Desde ElCaso.com ya avisamos de algunos números de teléfono que es mejor no coger, pero ahora ha surgido un nuevo engaño desde Grecia que vuelve a poner en peligro nuestros bolsillos, por lo que es importante estar preparados por si nos quieren engañar.

Si te llama un teléfono con el prefijo +30, no le devuelvas la llamada. Este prefijo griego está causando problemas en todo el mundo con el método del Wangiri, una técnica que consiste en llamar, esperar a que la otra persona coja el teléfono y colgar inmediatamente. Puede parecer muy absurdo visto así, pero tiene un motivo detrás. Este tipo de llamadas se hacen con prefijos de tarificación especial, es decir, con números que, si los llamas, tienes que pagar un dinero por cada minuto de llamada. La estrategia de colgar es sencilla, ya que, si son los estafadores quienes llaman no recibirán ni un euro, pero si es la víctima quien contacta con ese número empiezan a cobrar.

Evitar el engaño

Por este motivo cuelgan inmediatamente, porque esperan que, sea por curiosidad o por cualquier otro motivo, la víctima les devuelva la llamada y puedan vaciarle la cuenta sin que lo sepa. En esta clase de casos, intentan dar conversación y hacer esperar a la persona que llama, ya que, cuanto más tiempo esté al teléfono, más dinero le podrán robar. Por lo tanto, en caso de encontrarnos con un prefijo extranjero y desconocido, lo mejor es no coger el teléfono, y si lo cogemos y nos cuelgan, no debemos devolver la llamada, porque es muy posible que nos quieran quitar el dinero.