Una de las principales molestias que podemos sufrir cuando conducimos es que nos ciegue la luz del sol. En muchas ocasiones, la iluminación nos puede complicar la circulación, ya que no nos permite ver bien o, quizás a través de reflejos, nos daña los ojos y nos llega a provocar lágrimas. Los efectos de la luz del sol cuando conducimos no su ninguna broma, y pueden llegar a causar accidentes que nos pueden llevar a hacernos mucho daño o, directamente a perder la vida, por lo que llevar gafas de sol siempre es una buena idea para evitar este tipo de problemas, pero ojo, porque no todas las gafas son válidas. Dependiendo de cuáles lleves, te pueden llegar a multar con hasta 200 euros de sanción, por lo tanto, está atento.
No todas las gafas de sol son iguales, sino que hay niveles de protección fotocromática, es decir, que diferentes gafas pueden bloquear más o menos la luz. La luz puede ser un problema, pero ver demasiado oscuro también. Por este motivo, la DGT ha limitado la protección al nivel tres, por lo tanto, si nuestras gafas tienen un nivel superior, no las podemos llevar cuando conducimos, ya que, si entráramos en un túnel o nos encontráramos con una carretera con sombras, podríamos no ver lo bastante bien, lo que podría acabar en desastre. Afortunadamente, se puede comprobar muy fácilmente qué tipo de gafas tenemos y así evitar que nos caiga una multa o tener un siniestro.
Búsqueda rápida en Google
Si miramos nuestras gafas de sol, veremos que en una de las patillas hay un código. Pues bien, lo único que se tiene que hacer es escribir aquel código en Google, y allí nos saldrá nuestro modelo de gafas. Cuando tengamos eso, entramos en la web del fabricante, miramos qué propiedades tiene y así resolvemos la duda. Aparte del nivel, también es recomienda que las gafas que llevemos sean polarizadas, ya que protegen mejor de los reflejos del asfalto, agua o nieve.