Es habitual recibir un montón de correos al cual no nos interesan, lo que a menudo pasa por haber aceptado unos términos y condiciones que no nos hemos leído o porque, con el fin de acceder a una web, hemos dado permiso a recibir actualizaciones en nuestro correo. Sea como sea, cuando nos queremos deshacer de estos mensajes que poco a poco van invadiendo la bandeja de entrada de nuestro correo electrónico, acostumbramos a poder hacerlo sin demasiados problemas. Al final de los mensajes, casi siempre podemos encontrar un texto que dice "haz clic aquí para cancelar tu suscripción", y, efectivamente, después de clicar se nos traslada a una página que nos informa de que nos hemos dado de baja de aquel servicio y no recibiremos más correos molestos. Por desgracia, tampoco podemos confiar del todo en esta solución.
DNSFilter, una empresa estadounidense especializada en dominios web, ha detectado que uno de cada 644 clics en enlaces para cancelar suscripciones llevan a webs fraudulentas. El número puede parecer bajo, pero se tiene que tener en cuenta que cada día se crean miles de correos nuevos con estos enlaces, lo cual implica posibles centenares de estafas diariamente. Cuando clicamos a estos enlaces, se nos traslada a una web que desconocemos. Si se trata de un portal reconocido, como podría ser Facebook, Google o una marca importante, probablemente podremos ver que la web pertenece a la empresa en cuestión, pero muchos otros correos son menos fiables y te transportan a webs que tampoco transmiten confianza.
No nos tenemos que fiar de cualquier correo
Si acabamos en una página web fraudulenta por haber clicado a darnos de baja, los ciberdelincuentes pueden sacarnos información importante del ordenador o de las cuentas que tengamos vinculadas. A veces podemos llegar a descargar sin saberlo archivos y virus que se infiltren en nuestro ordenador y nos roben información, dinero o, directamente, les den acceso a algún ladrón a nuestro sistema. Además, cuando cliqueamos nos pueden dejar marcados como usuarios activos y seguir enviándonos más correos fraudulentos para que sigamos picando en la estafa. ¿Cómo podemos evitarlo? Como siempre, es muy importante saber de dónde proviene el mensaje. Fijándonos en el remitente podemos detectar si es una entidad real o si se está haciendo pasar por alguien. Por otra parte, también podemos poner filtros en el ordenador que bloqueen directamente ciertas páginas o contactos marcados como peligrosos con un filtro DNS.