Los supermercados son espacios cotidianos en los que siempre confiamos, pero debemos ir con cuidado. Hacemos la compra semanal, pasamos rápidamente a coger algo que nos falta y, en general, hay un ambiente de rutina y confianza. Pero detrás de esta normalidad puede esconderse una trampa peligrosa. Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil han detectado un aumento significativo de robos y estafas cometidas en supermercados como Mercadona, Carrefour o Lidl, y su sofisticación preocupa a la policía.

El método es tan simple como efectivo. Los ladrones actúan en grupo, aprovechando los momentos en los que el cliente se distrae. Uno de ellos suele acercarse a la víctima con una excusa aparentemente inofensiva: pedir indicaciones, comentar un producto o hacer ver que necesita ayuda. Mientras tanto, otro miembro del grupo aprovecha para robar la cartera o el móvil del interior del carrito de la compra. Lo que hace especialmente peligrosa esta estafa es que, en muchos casos, los delincuentes no solo se conforman con lo que encuentran en la cartera. Llevan pequeños dispositivos que pueden leer y clonar los datos de las tarjetas de crédito en cuestión de segundos. Una vez tienen la copia digital, pueden acceder a la cuenta bancaria y hacer compras o transferencias de forma fraudulenta.

Los estafadores suelen seleccionar a personas mayores o a cualquier cliente que parezca despistado o distraído. No necesitan mucho tiempo: una conversación de medio minuto es suficiente para que el cómplice haga su trabajo sin levantar sospechas. Los supermercados grandes y con mucha afluencia —como los que se encuentran en centros comerciales o zonas céntricas de ciudades como Barcelona, Girona o Tarragona y sus áreas metropolitanas— son los escenarios preferidos para este tipo de actuación. Aunque muchas víctimas pueden sentir vergüenza o pensar que no vale la pena denunciar, las autoridades insisten en la importancia de hacerlo.

Importante denunciar todos los hechos

Cada denuncia ayuda a localizar patrones de actuación, identificar bandas organizadas y proteger a futuras personas afectadas. Los Mossos disponen de canales de denuncia presenciales y también telemáticos. Además, muchos supermercados ya colaboran activamente con las fuerzas de seguridad y disponen de cámaras que pueden ayudar en la identificación de los ladrones. Los delincuentes se aprovechan de los hábitos cotidianos y de la confianza del día a día. La mejor forma de protegerse es estar informado, ser precavido y no bajar la guardia en espacios aparentemente seguros como los supermercados. Si algo te parece sospechoso, confía en tu instinto y aléjate. Y sobre todo, ayuda a correr la voz. Cuantas más personas conozcan estas prácticas, menos víctimas habrá.

¿Cómo evitar caer en la trampa?

  • No dejes nunca el bolso o la cartera en el carrito. Si es necesario, llévalo siempre encima y bien cerrado.
  • Mantén las distancias con desconocidos que se te acerquen dentro del supermercado. Si alguien te habla con demasiada insistencia o se te acerca demasiado, mejor desconfiar.
  • Utiliza tarjetas y evita llevar efectivo, ya que en caso de robo es más fácil bloquear una tarjeta que recuperar dinero en metálico.
  • Revisa a menudo tu cuenta bancaria, especialmente después de haber estado en lugares concurridos.
  • Desconfía de personas que te hagan preguntas forzadas o absurdas, pueden estar ganando tiempo para facilitar el robo.

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