Es muy habitual cuando recibimos una llamada coger el teléfono y responder con un "¿sí?", sin embargo, es recomendable no hacerlo. Aunque pueda parecer imposible que una sola palabra sea suficiente para ser estafados, pueden grabar nuestra voz y utilizarla para hacerse pasar por nosotros y contratar servicios o hacer pagos en nuestro nombre. Sin que nos demos cuenta de ello, podemos perder centenares o miles de euros solo pronunciando una sola sílaba.

Este tipo de estafa tiene dos versiones diferentes. En algunas de ellas, el ladrón ya tiene nuestros datos y solo necesita nuestra voz diciendo que sí. Si se da este caso, es bastante problemático, ya que ya tiene la información necesaria para robarnos o contratar servicios en nuestro nombre, por lo cual podríamos empezar a recibir recibos de pagos que no sabemos de donde provienen. En este caso, tenemos que contactar inmediatamente con el banco y bloquear nuestras cuentas antes no perdamos todavía más dinero. La parte positiva es que, si no tiene más datos y solo puede utilizar nuestra voz, las opciones del ciberdelincuente son mínimas, ya que para acceder a cuentas bancarias o a la gran mayoría de servicios no te sirve de nada tener un audio que dice "sí". Aun así, tiene algunas opciones, principalmente, comprar líneas telefónicas para poder estafar a más gente. En principio, las empresas telefónicas también están obligadas a pedir más datos, pero a veces es un proceso poco riguroso.

La trampa de la llamada de confirmación

Normalmente, sin embargo, nuestra grabación le sirve de poco al ladrón, por lo cual la utilizan como trampa para obtener más datos. Si cogemos el teléfono y respondemos la llamada con un "sí", el ciberdelincuente se inventa alguna cosa como "gracias para contratar el servicio prémium de Amazon por 200 euros" y cuelga. En estos casos la víctima queda preocupadísima y, de golpe, recibe otra llamada del estafador que se hace pasar por el servicio en cuestión y quiere verificar la contratación. En estos momentos, la víctima tiende a dar los datos que le pidan porque cree que está cancelando un pago y no piensa que realmente es justamente cuando cree estar evitando un robo que da la información que permitirá que el ciberdelincuente le vacíe la cuenta.