Los deportes gustan a muchísima gente. Sean jóvenes o mayores, hombres o mujeres... prácticamente todo el mundo tiene un deporte preferido o sigue algún equipo en particular, aunque sea el local o el equipo en el que juega algún amigo o familiar. Algunas personas son realmente fanáticas de los deportes y no se pierden ni un solo partido, llegando a acumular un gran conocimiento sobre el tema que les permite saber, con mayor o menor precisión, cómo se desarrollará el partido y cuál será su resultado final, y aquí es donde entran las apuestas.
Si estás muy convencido de un resultado, a menudo tienes la opción de apostar y, si aciertas, llevarte un dinero extra. Cuanto más improbable y específica sea la apuesta, más beneficio tendrás, ya que no es lo mismo decir que el primero de la liga ganará al último que deducir cuál de los dos equipos que van empatados ganará, por cuántos puntos y quién los anotará. En definitiva, las apuestas deportivas son todo un mundo que mueve a un montón de personas y de dinero, lo que las convierte en un gran objetivo para los estafadores.
Más de 7.500 denuncias
En España, las cifras ya empiezan a preocupar, tanto a las víctimas como a las autoridades. Por ejemplo, el año pasado ya hubo más de 7.500 denuncias por suplantaciones de identidad en webs dedicadas a las apuestas deportivas, y muchas víctimas no se dan cuenta hasta que les llega una reclamación de Hacienda exigiendo dinero por unos beneficios que las víctimas nunca han visto. También son comunes engaños que se hacen pasar por casas de apuestas o casinos y dicen a la víctima que ha ganado un premio, pero para recibirlo debe dar sus datos personales, información que utilizan para vaciar las cuentas de aquellos que pican el anzuelo.
Del mismo modo, existen engaños que prometen acceso a canales exclusivos de forma gratuita, pero, como ya explicamos recientemente, se trata simplemente de engaños para conseguir más dinero y datos personales. La compra de entradas también es peligrosa, ya que muchas veces se hace a través de plataformas fraudulentas o con personas sospechosas que solo quieren el dinero. Para evitar caer en ellas, se recomienda hacerlo todo a través de webs oficiales, legítimas y reconocidas, y no portales extraños o, directamente, ilegales.