La Policía Nacional ha identificado a ocho personas acusadas de diversas ciberestafas tras revisar sus cuentas bancarias. Los estafadores ofrecían dinero a cambio de dar "me gusta" a publicaciones de TikTok y después, cuando se habían ganado la confianza de los afectados, les dejaban sin dinero con engaños relacionados con la inversión en criptomonedas. Los ocho investigados, sin embargo, no son los cabecillas de la estafa, sino que se trata de mulas que movían el dinero entre diversas cuentas para dificultar el seguimiento del dinero.

La estafa se ha descubierto en Valladolid cuando un hombre ha presentado una denuncia después de meses siendo estafado sin saberlo. Todo empezó cuando el hombre vio un anuncio en las redes donde prometían ingresos rápidos y fáciles, lo único que se tenía que hacer era dar me gusta a publicaciones de TikTok, ni más ni menos. El hombre lo probó y, contra todo pronóstico, realmente cobró, al menos al principio. Durante un tiempo estuvo recibiendo pequeños ingresos, hasta llegar a acumular unos 200 euros, pero, cuando los estafadores se habían ganado su confianza, le ofrecieron otra forma de ganar más dinero: invertir en criptomonedas. Además, ni siquiera lo tenía que hacer solo, sino que tenía un mentor que lo guiaba y le decía en qué divisas invertir, y el hombre empezó a hacerlo desde su cuenta bancaria.

El hombre podía ver la evolución de sus inversiones en una página web, o, al menos, eso pensaba. Resulta que la página era falsa, y nada de lo que aparecía allí tenía relación alguna con sus ahorros, sino que estos iban a parar a otras cuentas bancarias controladas por la mafia. Cuando la víctima intentó recuperar las ganancias, sin embargo, no pudo, sino que los estafadores le hicieron creer que un error del sistema le obligaba a hacer un ingreso de 8.000 euros para desbloquear las ganancias. Ante esta situación, la víctima notificó a su mentor que no tenía el dinero, y desde la organización criminal le pidieron algunos datos bancarios para ayudarle.

Mulas para mover el dinero

Cuando la víctima contactó con el banco para pedir información, le hicieron saber que estaba siendo víctima de una estafa, ya que todo el dinero que se suponía que había ganado no existía. El hombre denunció a la policía que había perdido 9.780 euros, y la Policía Nacional comenzó una investigación que, por el momento, continúa abierta. Por ahora, se han podido identificar a ocho personas, titulares de las cuentas a las que eran transferidos los dineros de la víctima, pero no se los quedaban, sino que los hacían llegar a la organización, mediante transferencias de las cuales se quedaban una pequeña comisión, lo que se conoce como mulas. Por ahora, pues, los delincuentes continúan libres. Si alguna vez vemos una oferta demasiado buena, debemos sospechar antes de dar ningún tipo de dato.