La actriz argentina Sabrina Carballo ha denunciado públicamente haber sido víctima de una estafa a través de las redes sociales: un servicio de catering que prometía perniles para fiestas, pero que nunca cumplió. Carballo asegura que pagó una parte del plato, pero cuando llegó el momento del evento, no se presentó nadie. La actriz relata que contrató el servicio después de buscar la palabra perniles en internet y encontrar una oferta que le pareció atractiva. No miró los comentarios del Instagram del proveedor, hizo una transferencia al empresario y, a medida que se acercaba la fecha del bautizo de su hija, este empezó a dar excusas: problemas personales, robos y accidentes, entre otros motivos para no entregar los perniles. 

El mismo día del bautizo, cuando Sabrina Carballo intentó contactar, no la contestaron, de hecho, la actriz dice que tuvo que pedir pizza a domicilio porque no tenía comida. Más allá de lo que pagó, lo que más daño le hizo a Sabrina es que en un día tan importante para su familia, ella se quedó desamparada.

No ha recuperado el dinero 

Sabrina Carballo, de 43 años, afirma que el estafador incluso le envió un audio diciendo que "le robaron la furgoneta con la mercancía, incluso el encargo" y que este prometió devolverle el dinero. La actriz, sin embargo, que esperó un tiempo prudencial antes de denunciar los hechos, no ha recuperado ni el encargo ni el dinero.

Según han explicado otras víctimas, el falso empresario de perniles actuaba siempre con el mismo modus operandi. Publicaba ofertas muy tentadoras en Instagram y Facebook, con fotografías de productos de calidad y descuentos especiales para eventos familiares. Después, pedía una transferencia anticipada para "asegurar la reserva" y mantenía el contacto por mensajes privados, donde ganaba la confianza de las víctimas con un trato cordial y aparentemente profesional.

Cuando llegaba la fecha del evento, empezaban las excusas: averías, accidentes o robos ficticios para justificar el retraso. Finalmente, bloqueaba a los clientes y desaparecía del mapa, dejándolos sin comida y sin dinero.