La expareja del presunto violador de una menor en Igualada, la noche de la castañada de 2021, ha declarado ante el juez que el individuo le pegaba y que abusó de ella al menos cinco veces. Ha explicado que la golpeó hasta dejarla inconsciente y la violó. Un patrón similar a la agresión de Igualada, según informa el sumario del caso, al cual ha tenido acceso TVE.

Narcisista, celoso y agresivo

Según la joven, el hombre era muy ególatra, siempre controlaba qué hacía y era agresivo. También se suma que el acusado tenía problemas de alcohol y era muy imprevisible, según la declaración ante los Mossos. La joven relata la paliza que recibió a principios de octubre, solo un mes antes de los hechos en Igualada. La arrastró por las escaleras y la golpeó hasta dejarla inconsciente. Después la violó. Esta situación se repitió cuatro veces más, siempre con el mismo patrón: el individuo llegaba borracho, se discutía con ella porque estaba celoso y, después, la agredía y mantenía relaciones sexuales sin consentimiento.

La relación empezó en agosto de 2021, y en septiembre se fueron a vivir juntos. Según la declaración, al principio la relación no era mala, pero todo empeoró por el problema con la bebida. La joven ha indicado que cuando se emborrachaba el individuo se ponía agresivo, y ha relacionado los abusos que el padre cometía con él, con la hermana —de la cual él también abusó— y con la madre.

También explica que el hombre quería aislarla de las amistades, y que llegó un momento en que ella solo salía si lo hacía él, para evitar problemas.

No era la primera vez que lo hacía

Horas después de la brutal violación de Igualada, el 1 de noviembre, el agresor fue al juzgado a firmar la libertad vigilada impuesta por violar a su hermana pequeña. La joven, que entonces era su pareja, lo acompañó.

La joven, en una de las conversaciones que tenía por WhatsApp con el agresor, le preguntó cómo podía estar tan tranquilo después de hacer lo que hacía. Él, frío, contestaba que no lo sabía. La joven, en su declaración ante los Mossos, ha asegurado que el acusado la violó hasta cinco veces, pero que no lo denunció. Si las agresiones no llegaron más allá, según relata, fue porque un compañero de piso lo frenaba.

La relación acabó en febrero del 2022 cuando, aprovechando que él estaba fuera de casa por trabajo, la joven abandonó el domicilio. La relación duró siete meses, seis de los cuales compartieron domicilio. Durante todo este tiempo siguieron hablando, justo hasta el día de su detención.