Los pinchazos en discotecas de Catalunya, o entornos de ocio, continúan al orden del día. Cada día, una nueva persona, la mayoría chicas, denuncia públicamente haber sufrido una, aunque la cifra de denuncias oficiales se mantiene en 23, según el recuento oficial de los Mossos d'Esquadra. En esta ocasión, la víctima de uno posible de caso de pinchazo, una chica de 18 años, ha denunciado la discoteca Cocoa Mataró, donde presuntamente sufrió la agresión, ante la inacción del personal de seguridad, que no la atendió correctamente, según defiende. La chica asegura que notó un pinchazo y presión en la zona afectada, y que poco rato después empezaron los mareos y el malestar, aunque los informes médicos no muestran la presencia de drogas en su organismo. De acuerdo con el relato de la denunciante, los hechos ocurrieron en el interior del establecimiento entre el pasado viernes 29 de julio y el sábado 30 de julio, en torno a las cinco de la madrugada. En caso de confirmarse, este sería el tercer caso de pinchazo en Mataró (Maresme, Barcelona), aunque dos de ellos no figuran al recuento oficial de los Mossos, porque no se han denunciado formalmente.

La víctima afirma que el personal de seguridad "negó" los hechos

La chica, original de Sant Adrià del Besòs y de 18 años, ha relatado los hechos al medio local TV Mataró, asegurando que ha presentado una denuncia formal contra la discoteca porque considera que los porteros y personal de seguridad "no le hicieron caso" y no la atendieron como correspondía ante un posible caso de pinchazo. Según relata, hacia las cinco de la madrugada notó presión y un pinchazo en la pierna, justo detrás de la rodilla izquierda. Los efectos, tal como ha explicado, los empezó a notar al cabo de poco rato: sufría mareos y notaba como todo "se le movía". Los nervios y el miedo hicieron que, llorando, se dirigiera al personal de seguridad para que la atendieran. Los porteros, ante el nerviosismo de la chica, "la sacaron a fuera" para que les explicara lo ocurrido, aunque la denunciante dice que parecía que "negaban que le hubiera pasado aquello". El personal de seguridad la apartó a unas escaleras, le dieron agua y la hicieron esperar cerca de 10 minutos para que se tranquilizara, "porque estaba llorando". Transcurrido ese breve rato, otro portero le dijo que volviera a entrar, pero ella no quiso, porque mantiene que seguía encontrándose mal. Finalmente, la joven abandonó la discoteca y fue al Hospital de Badalona, desde donde la derivaron en el Hospital Universitari Germans Trias i Pujol.

La víctima de este nuevo presunto caso de pinchazo, que ahora ya está fuera de peligro, ha denunciado la discoteca en la comisaría de los Mossos d'Esquadra de su localidad, y mantiene que la actuación del personal de seguridad no fue la adecuada. "Cuando alguien vaya, aunque sea una falsa alarma, tendrían que darle atención médica, llamar una ambulancia, ayudarla... Ellos no son médicos para saber qué le pasa", concluye.

Los análisis de sangre y orina no muestran alteraciones o presencia de sustancias químicas

Eva, la víctima del supuesto pinchazo, finalmente fue atendida en un centro hospitalario, donde permaneció cerca de seis horas en observación. Las pruebas médicas que le realizaron, un análisis de sangre y otro de orina, no muestran la presencia de sustancias químicas, drogas o cualquier otra alteración, continuando así, con el misterio que rodea los casos de pinchazos en discotecas. La mayoría de víctimas, aunque asegura oír|sentir el pinchazo y encontrarse mal, tal como le ha sucedido a esta joven, no tienen drogas u otras sustancias en su organismo, de manera que nada explica la motivación de la agresión.