El pasado miércoles, una joyería de la localidad de Sunnyvale, en San Francisco (Estados Unidos) sufrió un robo de película cuando una veintena de ladrones asaltó el establecimiento, armados con martillos, y desvalijaron todos los escaparates en cuestión de poco más de dos minutos. Las cámaras de seguridad grabaron a la horda de delincuentes que entraron a plena luz del día y en horario de apertura, sin importarles que los empleados estuvieran dentro. Iban todos vestidos de negro y escondiendo el rostro tras capuchas y bragas y se esfumaron con un botín de un valor desmesurado.

 

Por suerte, el único objetivo de los ladrones era llevarse tantas joyas y lingotes de oro del local como fuera posible y no prestaron atención a los dependientes, quienes pulsaron el botón de emergencias para alertar a la policía. Afortunadamente, nadie resultó herido durante el atraco y solo se tuvieron que lamentar daños materiales y la sustracción de varias piezas de joyería valoradas cada una en unos 33.000 dólares. La especialidad de esta tienda en concreto, la PNG Jewelers, es la venta de monedas y lingotes de oro de 24 quilates, muchos de los cuales también desaparecieron después del asalto.

Cinco detenidos e investigación abierta

Los ladrones, después de este robo relámpago, huyeron en varios coches que habían dejado aparcados a las puertas de la joyería. La policía de San Francisco los persiguió con coches patrulla para intentar evitar que abandonaran la zona de la Bahía de San Francisco. Así, acabaron en la autopista 101, por donde algunos de los ladrones, desesperados, empezaron a tirar las joyas por la ventana. Después de varias horas circulando a toda velocidad, consiguieron cortar el paso a algunos de los vehículos y detener a cinco de los sospechosos. También pudieron recuperar algunas de las joyas, y la investigación continúa en marcha por localizar y arrestar al resto de los ladrones.