Los vecinos del sector del Poal de Manresa ya no pueden más. En los últimos dos meses el número de robos en esta zona en las afueras de la capital del Bages (Barcelona) se ha incrementado de manera exagerada, con asaltos constantes cada semana. Los ladrones se cuelan en los huertos y en las casetas para recoger todo el que pueden. Cuando llegan, los propietarios se encuentran con las puertas abiertas o las ventanas rotas y descubren que les han desaparecido las herramientas y los utensilios que utilizan para trabajar el campo. De una de las fincas, incluso, se llevaron las gallinas que había.
Con el paso de las semanas, como si con los huertos y las casetas ya no tuvieran suficiente, los ladrones también han empezado a entrar en casas de la zona, tal como apunta Regió7. En una masía propiedad de un matrimonio grande, aprovechando que se habían ido con su hija, entraron y se llevaron las joyas que tenían escondidas y varios objetos de valor. Cuando el matrimonio volvió, se lo encontraron todo revuelto y con la luz abierta. Ahora viven con el miedo a que alguien les puedan volver a entrar.
Los vecinos piden soluciones
Los constantes robos han llevado a los vecinos a decir basta y a exigir medidas al ayuntamiento para parar esta oleada de asaltos. Reclaman más presencia policial en la zona y que haya un mejor mantenimiento, ya que se trata de una zona llena de cañaverales y malas hierbas donde los ladrones se pueden esconder fácilmente. Además, también piden que se instalan cámaras de seguridad en la zona, así como pilones para cerrar algunos caminos particulares e impedir el paso de vehículos desconocidos. De momento, para intentar alejar a los ladrones, los vecinos ya han empezado a instalar medidas de seguridad en sus huertos y sus casas, mientras desde el consistorio apuntan que ya se está trabajando en un plan para acabar con los robos.