La cantante Isabel Pantoja, a sus ya 65 años, no levanta cabeza. Envuelta en problemas familiares con los que los tertulianos de Sálvame se frotan las manos, sigue en plena guerra con su hijo Kiko Rivera pese a su reencuentro, pero su principal amenaza son las finanzas.
Isabel Pantoja no levanta cabeza
Aparte de salir en televisión por su fama, muchos espectadores recordamos las imágenes de periodistas persiguiéndola junto a Julián Muñoz, ambos con gafas de sol y huyendo de las preguntas sobre la corrupción que les llevó a ambos a la cárcel.
Y años más tarde, el dinero sigue siendo el punto débil de la cantaora. Una nueva deuda ha caído de nuevo sobre Cantora, que ya estaba embargada en un 52% y en la que la artista vive recluida desde hace tiempo.
Nuevo embargo sobre la finca Cantora
En este caso, el problema financiero podrá derivar en un nuevo drama familiar, ya que podría acabar afectando a su hijo, Kiko Rivera. El intento de DJ podría llegar a perder la herencia que le legó su padre, la finca Cantora, que ya es el principal punto de conflicto entre madre e hijo.
El adelanto lo ha desvelado la revista Lecturas, que detalla que el pasado 9 de noviembre la Agencia Tributaria sumó un nuevo embargo preventivo a nombre de Isabel Pantoja de 75.263,98 euros sobre la parte del cortijo andaluz que está a su nombre. Esta cifra se añade a los otros 414.080 euros en embargos que la institución reclama a la cantante.
Deudas millonarias y subasta inminente
El mismo medio afirma que Cantora está embargada preventivamente por la Hacienda Pública por una cantidad de 1.514.080 euros, deuda por la que en el año 2015 Pantoja hipotecó parte de la propiedad. En esa parte hipotecada se incluía la porción perteneciente a Kiko, por 1.100.000 euros que no ha devuelto.
Aunque la idea era que pagara unos 11.500 euros al mes de hipoteca, lleva sin pagarla desde abril de 2020, es decir, 20 meses, por lo que la situación es límite y la subasta de Cantora es inminente.
Y por si fuera poco, a esta cifra millonaria que ahoga a la viuda del torero Francisco Rivera también se añade otra deuda con una entidad bancaria, bajo el nombre de la sociedad Pantomar S.L., de la que es administradora, y que hasta el 11 de noviembre asciende a 1.295.208 euros.
No puede pagar las deudas ni vendiendo la casa
En este punto, doloroso pero efectivo, se podría pensar en la venta de la finca para saldar los impagos que arrastra desde hace años, pero ni aun así.
Y es que, aunque se vendiera por cuatro millones de euros -precio por el que se tasó Cantora en 2015-, aún faltaría medio millón de euros para sanear sus cuentas.
De esta manera, la icónica cantante y actriz, que protagonizó y compartió reparto junto a Loles León en Yo soy esa, se ha visto arrastrada a una carrera sin fin de huida de Hacienda, desde que su exmarido Julián Muñoz la llevase ante los tribunales por el Caso Malaya y pasando por la cárcel por blanqueamiento de capitales.
Y ahora, pese a estar en libertad, la angustia no termina y los millones acechan a su bien más preciado, la finca más mítica de la familia, Cantora.