Vainilla, helado o chicles son solo algunos de los sabores de una marihuana con altos niveles de toxicidad que una organización criminal comercializaba en Catalunya, concretamente en Barcelona y Girona. La droga se vendía con apariencia legal, envuelta como productos de alimentación, algunos de ellos con apariencia de golosinas. Publicitaban los productos como "cultivo ecológico de cáñamo, flor de uso ornamental y coleccionismo" y les venían en paquetes desde un gramo hasta 20 con un precio de entre 6,50 y 30 euros. Con esta apariencia legal, conseguían vender la marihuana de sabores en tiendas de nutrición deportiva, growshops, estancos o estaciones de servicio.
Más de 20 sabores diferentes
En lo que ha sido la primera operación de la Guardia Civil contra este tipo de droga, se ha detenido a nueve personas y hay 147 más investigadas. Además, se han inspeccionado 244 tiendas de 31 provincias donde se vendía la marihuana y se han hecho cuatro registros a Granada y Valencia. En la ciudad andaluza se intervino la nave industrial de una empresa donde elaboraban el producto. En la planta baja había una recepción donde se podían probar los más de 20 sabores diferentes que había, entre los cuales se podían encontrar el de vainilla, el de helado o el de chicle.
En la segunda planta, tenían montado un laboratorio donde trabajaban con productos químicos para limpiar los cogollos de marihuana y con bidones para poder añadirles el sabor que quisieran. Estos productos que se utilizaban provocaban que la droga tuviera un nivel de toxicidad mucho más alto que la marihuana convencional que se vende ilegalmente, suponiendo un gran riesgo para la salud de sus consumidores.
Los agentes de la Guardia Civil también encontraron en la nave una zona de plantación de marihuana y otra de administración, donde también se gestionaban pedidos a través de internet. En el total del operativo, se intervinieron dos toneladas de cogollos de marihuana, más de 100 plantas, 12 kilos de picadura de hachís, más de cinco kilos de resina de hachís, dos vehículos, cerca de 20.000 euros en efectivo y 51.000 euros más que quedaron inmovilizados en una cuenta corriente.