Crimen terrorífico. Unos narcotraficantes han obligado a 5 amigos a matarse entre ellos en México. Se llamaban Diego, Dante, Roberto, Jaime y Uriel y los 5 salían de ver Oppenheimer en el cine un viernes 11 por la noche, cuando decidieron ir a un mirador de las afueras de ciudad de Lagos de Moreno, en el estado de Jalisco. Hacia la medianoche, llegaron dos camionetas con cinco hombres armados en cada una y los secuestraron.
Crimen macabro
Los llevaron en un lugar a solo 5 minutos del mirador. La policía lo ha sabido gracias a una fotografía que se derramó por las redes en la cual salen los cinco amigos arrodillados y atados. De hecho, en las redes también se derramó un vídeo en el cual se ve uno de los chicos asesinando a sus cuatro amigos siguiendo las órdenes de los secuestradores. A golpes de piedra, a navajazos... También se puede ver un desconocido ordenante decapitar el último y el joven obedece sus órdenes.
En la pared del lugar había una frase chocante: "Matar es la mejor medicina", con un gran charco de sangre que ocupaba la habitación principal. Los jóvenes tenían entre 19 a 22 años y la familia los había buscado desesperadamente hasta que aparecieron las imágenes. Con todo, la policía encontró un vehículo calcinado con restos humanos horas después de las imágenes publicadas.
Ha golpeado a la sociedad mexicana
Se trata de un crimen que ha golpeado a la sociedad mexicana, aunque sea un país de 110.000 hombres y mujeres en paradero desconocido. Lo que ha sorprendido es la metodología. De hecho, días atrás habían aparecido varios cadáveres descuartizados en congeladores a Verazruz. El vídeo difundido lleva la marca de Puro MAZ, que son las siglas de Mayo Zambada, líder del cártel de Sinaloa. Y el coche que se encontró prácticamente calcinado fue abandonado a la carretera que une Lagos de Moreno con Encarnación de Díaz, una zona en disputa entre los de Sinaloa y el llamado Cartel Jalisco de Nueva Generación (CJNG).
Si el crimen es sorprendente y macabra, las palabras del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, tampoco ayudan. Se negó a responder preguntas sobre el crimen e, incluso, bromeando y diciendo "no oigo" a las preguntas de los periodistas.