Marin Eugen Sabau, conocido también para ser el pistolero de Tarragona, ha conseguido ganar todas las batallas judiciales y que los tribunales finalmente acepten su petición de recibir la eutanasia. La fecha en que el pistolero de Tarragona será eutanasiado ya está fijada y es definitiva; de hecho, ha empezado la cuenta atrás, y en menos de una semana, el martes 23 de agosto, Sabau recibirá una muerte digna, a pesar de la indignación de sus víctimas. Antes de que esta fecha llegue y la decisión sea del todo irrevocable, Eugen Sabau ha hecho una última petición a la justicia.
El pistolero de Tarragona, un hombre rumano de 45 años vecino de Alcover (Alt Camp), ha sido ingresado desde que fue detenido, el pasado mes de diciembre del año 2021, en un módulo penitenciario del Consorcio Sanitario de Terrassa (Vallès Occidental), a causa de una lesión medular irreversible, así como problemas de movilidad a raíz de la amputación de una de sus piernas. El hecho de convivir con un sufrimiento físico grave, que sea crónico e impida hacer vida normal, y que la persona afectada sea consciente de la situación, son las principales condiciones, o requisitos, necesarios para la autorización de la eutanasia. La Comisión de Garantías y Evaluación, el órgano que se encarga de decidir si una persona puede morir de manera asistida, confirmaba a principios de mes que el individuo cumple todas las condiciones necesarias para recibir este procedimiento.
La última petición que ha hecho Eugen Sabau, a seis días de recibir la eutanasia
Marin Egen Sabau, ahora que la Audiencia Provincial ha autorizado que reciba la eutanasia, ha hecho una última solicitud a los tribunales. El hombre ha pedido pasar sus últimos días en un hospital, en lugar de hacerlo al módulo penitenciario del centro hospitalario donde ha sido ingresado los últimos ocho meses. El abogado defensor de Egeo Sabau, Gerard Amigó, ha solicitado a la jueza de instrucción que el acusado quede en libertad con el fin de poder recibir la eutanasia en un hospital y pueda despedirse de su familia, defendiendo que no existe riesgo de fuga ni de destrucción de pruebas, por las propias circunstancias del hombre, según ha sabido EFE TV. En declaraciones al mismo medio, Amigó celebra que en este procedimiento lo que se defiende es el derecho a recibir una muerte digna: "No sé qué más se puede castigar al hecho de que el propio imputado decida morirse", ha afirmado, añadiendo que el primero "es el derecho a la muerte digna, sin sufrimiento, antes que un enjuiciamiento".
Las víctimas están indignadas y estudian altas vías para paralizar el proceso
Sin embargo, las víctimas del pistolero de Tarragona (un agente de los Mossos d'Esquadra y tres antiguos compañeros de trabajo de Marin Egeo) se muestran indignadas ante la decisión de la Audiencia Provincial, así como ante el hecho de que el Tribunal Constitucional rechazara los últimos recursos con los cuales pretendían paralizar la muerte asistida de su atacante. Las víctimas de los ataques del pistolero, algunas de las cuales resultaron heridas graves, consideran que el hecho que Egeo Sabau reciba la eutanasia los causa desamparo y los impide tener un juicio justo, a la vez que conocer las verdaderas motivaciones de su agresor a la hora de abrir fuego contra ellas. Por este motivo, las víctimas estudian otras vías con el fin de paralizar el proceso, entre las cuales acudir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) o al procedimiento administrativo de eutanasia para paralizarlo por la vía contenciosa.
Mientras el abogado del atacante admite a EFE que entiende que las víctimas quieran un juicio, también recuerda que la Audiencia de Tarragona concluyó que "tiene que preponderarse el derecho a la dignidad y a la integridad física y moral del investigado enfrente del derecho a la tutela judicial efectiva de los denunciantes". Uno de los abogados de las víctimas, José Antonio Bitos, que representa al agente de los Mossos d'Esquadra herido, no obstante, critica que el proceso de eutanasia dejará a las víctimas sin derecho "a un juicio justo" y, por lo tanto, "no podrán saber la verdad"; por este motivo, insiste en que agotarán todas las vías legales, aunque las probabilidades de paralizar el proceso sean prácticamente nulas.