Todo el mundo tiene alguna moneda antigua en casa. Y como todo en este mundo, por inverosímil que parezca, esta moneda puede ser deseada por alguna otra persona, normalmente, coleccionistas que acumulan piezas y piezas, monedas de todos los años y décadas anteriores. Para ellos, aquella moneda que está criando polvo en una caja en la buhardilla de casa puede valer oro. Se han llegado a pagar fortunas por monedas de pesetas antiguas que la gente ha encontrado vaciando pisos o abriendo alguna caja fuerte de abuelos y tíos.

Las monedas siempre subirán de precio

La mejor opción siempre es, si no hace falta el dinero, guardar la moneda. Mañana valdrá más que hoy, aseguran a todos los expertos. Es un objeto de colección y si es deseado, cada día que pasa ganará más valor y siempre habrá alguien que lo querrá y que estará dispuesto a pagar una buena morterada.

Ahora bien, si la intención es ponerla en venta, hay que tener en cuenta varias cosas. Entre otras, evitar ser engañado. Aunque el coleccionismo parece una afición más, poblada de buena gente, no todo el mundo es de fiar. Es habitual, que aprovechando el desconocimiento por parte de los propietarios de las monedas, los mercaderes de este tipo de productos, que conocen al detalle todas las piezas que tienen, que faltan o que buscan, pueden aprovecharse de la buena fe y comprar las piezas muy por debajo de precio de mercado, que después ellos hincharán para colocarlas a coleccionistas.

Todas las monedas suben de valor: algunas pueden valer una fortuna / ElCaso.com

No es ilegal, y hasta y en cierto punto, se puede entender, ellos tienen el conocimiento y los contactos, pero eso no quiere decir que no se pueda evitar con algunos trucos.

Los trucos para vender monedas de pesetas antiguas

 

1. Tener claro qué monedas se tienen

El primer truco, y lo más importante, es ser consciente de qué monedas tenemos en casa. Cuáles son las piezas que queremos vender y de dónde son. Hay muchas maneras de confirmar de donde han salido, de qué época son, si tienen algún tipo de marca especial -haría crecer el precio exponencialmente!- y qué valor, más o menos, pueden tener actualmente. Esta primera valoración, de momento, nos servirá para saber qué tenemos entre manos y tener un punto cero de negociación, y sobre todo, valorar si el valor sentimental que puedan tener las monedas que queremos vender es inferior o superior al precio que podemos llegar a sacar.

Al mismo tiempo, también es interesante fotografiar las monedas, con mucho detalle, y hacer una descripción esmerada, con todo lo que sale, el estado, el peso, etc. Todos los detalles son importantes y pueden ser claves para decidir el precio de una moneda de peseta antigua.

2. Decidir si vender por unidad o por lote

Según el valor de cada moneda, se tendrá que decidir si se opta por buscar compradores por unidad o por lotes de monedas. Según la cantidad, una buena opción es hacer lotes, así es más fácil encontrar a un comprador para todas, aunque el precio por unidad puede ser más bajo.

Se pueden hacer lotes de 5 o 10 monedas, mezclando monedas más caras y más baratas, y también lotes mayores, de 50 monedas, si lo que se quiere es hacer limpieza rápida y, ganar alguna cosa, pero, sobre todo, limpiar el trastero. Eso podría ser una mala idea, si se hace sin verificar, una por una, todas las monedas. Se puede llegar a vender a precio de saldo una moneda de valor incalculable.

3. Decidir a quién vender las monedas

Una vez sabemos qué tenemos y cómo lo venderemos, hay que descubrir lo más importante: el comprador. Hay muchas maneras de vender las monedas. Una manera fácil es ponerla en páginas web de compraventa de este tipo de productos y de otros objetos de colección. Hay centenares de personas que buscan monedas y que podrán hacer ofertas, será cuestión de ir negociando. También hay otra posibilidad: llevar las monedas a casas de subastas de monedas.

Si son piezas de alto valor, es la mejor opción. Las casas, como Lamas Bolaño en Barcelona o Ibercoin en Madrid, por ejemplo, se quedan las monedas, firman un contrato con los propietarios y las ponen en venta en tandas de subastas que hacen con sus clientes. Después de 30 días de la venta, pagan la liquidación (el dinero pagado menos la comisión).

Imagen de la plaza Real de Barcelona: cada domingo se pueden comprar y vender monedas / ElCaso.com

4. Buscar diferentes ofertas

Si se opta por la opción de la venta fuera de casas de subastas reconocidas, como en todo en esta vida, hay que buscar, como mínimo, una segunda opción. Escucha varias ofertas nos puede ser útil para calibrar el precio medio de las propuestas y después, según la confianza y las condiciones de pago, acabar de decidirse.

5. Ir a ferias y encuentros de coleccionistas

Hay un último consejo que también dan por buenos los expertos en este tipo de compraventa de monedas: ir a encuentros de coleccionistas. En Barcelona cada domingo, durante toda la mañana, los aficionados a la numismática se encuentran en la plaza Real, junto a la Rambla de las Flores, en el centro de Barcelona.

Decenas de personas compran, vienen e intercambian monedas para ir haciendo grande la colección. Al encuentro de la plaza Real se pueden descubrir monedas de pesetas, pero también monedas extranjeras, monedas de euros -las de dos euros son las que más valor van ganando, con las ediciones conmemorativas- y billetes de todo tipo. Pero alerta, antes, hay que haber cumplido todos los otros consejos antes de ir a estos encuentros: saber qué tienes, saber cómo lo quieres vender y escuchar todas las ofertas posibles.