La décima edición del Ironman Calella-Barcelona que se ha disputado este 6 de octubre ha acabado teñida de luto por la muerte de una de sus participantes. Ha sido sobre las diez y media de la mañana, poco después del inicio de la prueba de natación, de 3,8 kilómetros con salida y llegada a Calella, cuando se ha encontrado el cuerpo de una de las triatletas, una mujer rusa de 41 años, flotando en el agua. Los mismos miembros de la organización de la prueba han sacado a la víctima del mar y la han llevado a la arena, donde sanitarios del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) le han practicado maniobras de reanimación sin éxito, confirmando su muerte antes de que pudiera ser evacuada a un hospital.
El cuerpo de la mujer ha sido trasladado al anatómico forense a fin de que se le practique la autopsia y se determinen cuáles han sido las causas de la muerte. Desde la organización del Ironman Calella-Barcelona, una prueba que ha contado con 3.000 participantes procedentes de hasta 91 países, han trasladado su pésame a la familia y amigos de la triatleta y han agradecido a los servicios de emergencia que la han rescatado y le han intentado salvar la vida. A pesar de la desgracia, el acontecimiento ha continuado con normalidad con la victoria de la catalana Marta Sánchez en categoría femenina, con billete incluido para ir a disputar el Mundial en Hawái, y la victoria del alemán Jan Strattman en categoría masculina.
Segunda edición consecutiva con una víctima mortal
Desgraciadamente, no es la primera vez que el Ironman de Calella se cierra con una víctima mortal. De hecho, su edición anterior, la de 2023, ya acabó con la muerte de uno de sus triatletas. En aquella ocasión, la tragedia se produjo en el tramo de ciclismo, de unos 90 kilómetros de recorrido, cuando dos participantes chocaron entre ellos. Uno de los implicados resultó gravemente herido y fue trasladado a un centro hospitalario, donde acabó perdiendo la vida horas después. El otro atleta recibió el alta al no presentar lesiones graves.