Los Mossos d'Esquadra han detenido a un hombre en Navès, en el Solsonès, por vender ovejas de manera ilegal, sin estar identificadas ni tener ningún documento sanitario. La última semana se ha visto una proliferación del tráfico de estos animales por todo el estado, con motivo de la celebración del Eid al-Adha, o Fiesta del Sacrificio, una de las festividades de la religión musulmana más importantes. Tradicionalmente, durante las celebraciones se sacrifican corderos, y el ritual acostumbra a seguir las normativas sanitarias catalanas, aunque no siempre es así, y, como en este caso, hay alguien que quiere sacar provecho incluso de un ritual tan ancestral como la Fiesta del Cordero.
El pasado martes 27 de junio, la policía catalana detectó mucho movimiento en torno a una finca de Navès, con varios coches y furgonetas que entraban y salían de aquel terreno. Los agentes decidieron parar la caravana de vehículos que circulaban por la pista de la masía. Al abrir los maleteros, se portaron una sorpresa: 14 ovejas vivas, atadas por las patas, amontonadas una sobre la otra, sin ninguna medida de seguridad. Según explicaron los conductores, acababan de comprar los animales en la masía, por 250 euros cada una; al acceder al terreno para hablar con los vendedores, estos huyeron corriendo.
Más de 200 ovejas ilegales
En el interior de la finca encontraron a más gente esperando para comprar ovejas. Los agentes contaron 203 animales que estaban en el corral, y avisaron a los veterinarios del Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de Barcelona, que pudieron comprobar que las ovejas no tenían ningún tipo, de documentación sanitaria. Mientras tanto, los Mossos interrogaban a los conductores que ya habían comprado los corderos y que se los llevaban para sacrificarlos durante las fiestas. Resulta que ninguno de ellos tenía licencia para transportar animales vivos, y quedaron denunciados por este motivo y por transportarlos en un vehículo que no dispone de las condiciones adecuadas para este fin.
Los corderos fueron trasladados a un centro de explotación ganadera que reúne las condiciones idóneas para llevar a cabo esta actividad. Paralelamente, los agentes encontraron a uno de los responsables de la finca y le detuvieron y denunciaron administrativamente por no tener los animales identificados y dispusieron de la documentación sanitaria pertinente.