Mallorca se estremecía esta semana con el caso de un hombre con discapacidad que fue humillado y torturado por siete personas en Manacor.

Una historia del todo inusual de la que muchos cabos aún no se han atado. Diferentes versiones, declaraciones y puntos de vista han surgido estos días para tratar de desenredar la complicada trama.

Torturan a un discapacitado en Manacor

Todo salió a la luz cuando la víctima acudió al hospital Son Espases con heridas muy diversas y extrañas: tatuajes de penes en la cara y de otros dibujos en el cuerpo, los dedos de los pies cosidos, quemaduras y los labios pegados con superglue.

Le tatuaron penes en la cara, le humillaron y le pintaron otras partes del cuerpo / Cedida

La historia no dejó de dar giros cuando los siete agresores, que la víctima aseguraba "le habían secuestrado y torturado", fueron detenidos y puestos a disposición judicial.

Alegaron que la propia víctima, con una discapacidad intelectual del 38%, los había reclutado a través de un anuncio en la web Milanuncios.com en el que describía la organización de un concurso de 'cambio de look' a cuyos participantes pagaba.

Fueron añadidos al grupo de WhatsApp en el que el hombre les explicó cómo funcionaría: se trataba de realizarle vejaciones y humillaciones en un contexto de prácticas sadomasoquistas. A cambio de participar, la víctima ofrecía dinero.

"Podéis hacer conmigo lo que os dé la gana"

Según los detenidos, él mismo les pidió que le hicieran todo lo que pasó.

Esto coincide con el testimonio de la víctima, que confesó ante el juez que había sido él el que les dijo "podéis hacer conmigo lo que os dé la gana" y les pidió que le hicieran "una putadilla que durase toda la vida", los tatuajes.

Sin embargo, también aseguró que no esperaba "que se atrevieran y llegaran tan lejos".

El joven acudió al hospital con los dedos de los pies cosidos y los labios llenos de superglue y en carne viva / Cedida

Los acusados han sido puestos en libertad con cargos y se ha impuesto una orden de alejamiento.

La víctima se encuentra en Palma hasta que los Asuntos Sociales tramiten su ingreso en un centro psiquiátrico.

Por si la historia fuera poco complicada, las redes sociales han saltado hoy con el testimonio de Elizabeth, una chica valenciana de 19 años, que relataba unos hechos similares -que no llegaron a tanto- sucedidos en julio de 2020.

Un 'youtuber' que hacía retos masoquistas

Según la joven, Juan Carlos, como le dijo el joven con discapacidad que se llamaba, le contactó a través de la web Milanuncios.com, donde ella ofrecía sus servicios como animadora de tiempo libre.

La narración de la joven cuenta que el hombre le explicó más tarde por WhatsApp que "era youtuber y estaba creando un nuevo proyecto que consistía en pruebas y retos como tintarle el pelo, raparle una ceja o vestirlo de 'mujer'". Supuestamente, este concurso se haría en Valencia.

A continuación la metió en un grupo de WhatsApp con otras personas, unas 10 o 20, entre las que había otras jóvenes de Valencia e incluso de Algeciras y Cádiz -a las que garantizaba pagar el desplazamiento hasta la capital valenciana para participar. Había contactado con ellas a través de "páginas de encontrar empleo, redes sociales e incluso apps de citas".

Antecedentes en webs de anuncios

"Ofrecía unos 250 € por trabajar con él y proporcionaba un contrato que él decía que era legal".

Tras unas llamadas de teléfono que a la joven le "dieron confianza", le contó que "había heredado una fortuna con la cual quería empezar este proyecto, que tenía una discapacidad leve la cual no le dificultaba para nada, y que su familia le había dejado de lado".

Además, le dio acceso al canal de YouTube en el que había publicado vídeo con retos anteriores -el canal fue borrado por Juan Carlos esta semana.

Algunos eran tontos, como tatuajes faciales temporales hechos con aguja, pero otros eran más fuertes y con tendencia sadomasoquista.

Fingir un secuestro o meterle bragas sucias en la boca

Aun así, ella aceptó. Pero entonces el grupo de WhatsApp se fue de las manos: Juan Carlos empezó a pedir mensajes de audio a las chicas humillándolo y a proponer prácticas violentas relacionadas con el masoquismo: meterle bragas sucias en la boca, pegarle los labios con superglue o fingir un secuestro.

En el pasado había propuesto prácticas similares por WhatsApp a otras personas, que ahora lo cuentan en Twitter / Cedida

Elizabeth se asustó y, junto a otros participantes, dejó de contestar a los mensajes, por lo que fueron expulsados del grupo.

Y ahora todas las intenciones de ese grupo se han hecho realidad y han derivado en lesiones, vejaciones y un secuestro.

"Ha fallado el soporte familiar y el apoyo social"

Según Borja Moreno, forense de Manacor, ha contado a ElCaso.com, el joven con discapacidad, que le afecta física e intelectualmente, "hubiese necesitado una educación para canalizar estas filias".

Con un apoyo familiar nulo, el hombre ha acabado delinquiendo. Para el doctor, en este caso "ha fallado el soporte familiar y el apoyo social. Si nadie comunica estas situaciones, el proceso se perpetúa. Cuando falla ese tejido social es cuando se cometen delitos como éste".